El número de agresiones sexuales en el ejército de Estados Unidos creció 13% en un año hasta alcanzar niveles récord en 2021, luego de una breve estabilización, según un informe anual del Pentágono publicado el jueves.

Según la Oficina de Prevención y Respuesta a la Agresión Sexual (SAPR por su sigla en inglés) del Departamento de Defensa, se denunciaron 8.866 agresiones y crímenes sexuales el año pasado, contra 7.816 en 2020.

No obstante, solo se denuncia una baja proporción de las agresiones sexuales. De acuerdo con una investigación más amplia realizada por el SAPR, cerca de 36.000 militares habrían sufrido contactos sexuales no deseados, que van desde tocamientos hasta violaciones, durante el ejercicio fiscal que concluyó en marzo de 2021, lo que representa un alza de 35% respecto al año anterior.

A partir de estas cifras, la oficina estimó una "tasa de prevalencia" de agresiones sexuales - denunciadas o no- de 8,4% en mujeres y 1,5% para hombres en 2021.

"Estas cifras son trágicas y extremadamente decepcionantes", comentó Beth Foster, directora de la oficina a cargo del bienestar de las fuerzas armadas estadounidenses, al resaltar la tasa de prevalencia más alta jamás detectada en mujeres.

Las denuncias aumentaron de 26% en el ejército de tierra, contra 19,2% en la US Navy y 2% en la fuerza aérea y el cuerpo de marines.

"Este informe demuestra con una precisión terrible que las agresiones sexuales y el acoso sexual siguen siendo problemas persistentes y destructores para nuestros soldados", comentó el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en un mensaje al alto mando militar.

El presidente Joe Biden lanzó en enero una reforma de la justicia militar para que las agresiones sexuales en el ejército sean consideradas como un crimen bajo la ley militar.

Las agresiones sexuales, violencia doméstica y agresiones contra menores serán de ahora en adelante juzgadas por una corte marcial, y la decisión de perseguir a los responsables será confiada a fiscales especializados y ya no a la cadena de mando.