La disputa por aggiornar la tecnología de los sistemas de pagos y dar respuesta a la demanda de las sociedades de mover dinero en tiempo real sigue sumando novedades. La semana pasada la vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Lael Brainard dio una charla en la que adelantó que se lanzará el sistema de pagos inmediatos FedNow en el segundo trimestre de 2023.

Esta infraestructura desarrollada por la Reserva Federal junto a distintos proveedores norteamericanos buscará que el envío y la recepción del dinero a través de canales digitales ocurran en forma inmediata. Se contemplan todos los casos de uso: desde dividir la cuenta en un restaurante con amigos hasta pagar la boleta de un servicio o recibir un beneficio del Gobierno.

Para la Reserva Federal la idea de esperar uno o dos días a que llegue el dinero a la cuenta del receptor es parte del pasado. En términos técnicos la apuesta del sistema de pago inmediato de la FED es que las transferencias de persona a persona, de persona a empresa, de empresa a empresa, de Gobierno a persona o de empresa a Gobierno cuenten con al menos dos características.

La primera es que la compensación y liquidación de los pagos ocurra en tiempo real (o sea en pocos segundos). La segunda es que la comunicación entre los participantes de la red en la que se transfiere el dinero sea abierta. Esto lo diferencia de las grandes plataformas no bancarias de Estados Unidos como Payal, Venmo o Cash App (previamente Square Cash), en que el sistema de transferencias inmediata es cerrado y cada empresa utiliza un esquema de subcuentas propio.

La Reserva Federal competirá con su tecnología contra otras infraestructuras y redes estadounidenses como Zelle, RTP, Visa Direct y Mastercard Send dedicadas a cursar transferencias en tiempo real. Pero se espera que la escala de FedNow sea mucho mayor considerando que la autoridad monetaria de Estados Unidos participará en la construcción del sistema de garantía, de liquidez y antifraude con el que se cursarán los pagos inmediatos.

El anuncio de la Reserva Federal se interpreta de distintas maneras en la industria de los medios de pago. Algunos lo piensan como un puente hasta que se lance finalmente un dólar digital del tipo Central Bank Digital Currency (CBDC). La propia vicepresidenta de la FED aseguró que un proyecto de moneda digital del Banco Central puede demandar luego de aprobarse en el Congreso al menos cinco años para conseguir que el diseño y la implementación sean robustos.

Esto último es una pista del atraso relativo que tiene la infraestructura de pagos norteamericana respecto de la de China, en la cual el 90 por ciento de las transacciones minoristas se hacen a través del celular, el proyecto de yuan digital fue probado por 200 millones de personas, se espera llegar a 900 millones en los próximos años, se apunta a incorporar la posibilidad de realizar transacciones cross border e incluso sumar contratos inteligentes a su CBDC.

Superar el atraso de la tecnología que usa Estados Unidos para mover dinero no es un punto menor si pretende conservar su hegemonía en la economía global. Las palabras de la vicepresidenta de la Reserva Federal anunciando la puesta en marcha de FedNow para el próximo año dejan implícita la preocupación. Afirmó que “para cumplir la promesa de un sistema de pago para el futuro, la Reserva Federal se comprometió sustancialmente con la plataforma FedNow, que se ha beneficiado de las tecnologías y los enfoques innovadores probados por las empresas tecnológicas globales que son vitales para la economía digital actual. Nuestro diseño basado en la nube nos posiciona para permitir la performance y la escalabilidad necesarias para procesar transacciones minoristas en gran volumen, cubrir en forma continua todos los puntos geográficos y garantizar la resiliencia del sistema”.