Desde Neuquén
La ciudad de Neuquén recibió desde este jueves a más de cien industriales que llegaron a participar de un acto que no fue: el Día de la Industria. El intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner convirtió la celebración a la que iba a asistir el presidente Alberto Fernández en un acto que duró 17 minutos, en repudio a la violencia y para cuidar la democracia, la paz y la vida de todos los argentinos. Sorpresa y preocupación son las palabras que más mencionaron desde abajo del escenario los principales referentes de la industria argentina al referirse al ataque.
"Esta no es una conmemoración del Día de la Industria, es un repudio al intento de magnicidio y a este acto de violencia", resumió en diálogo con periodistas previo a subirse al escenario en el que daría un discurso el titular de la Unión Industrial Argentina, organizadora del evento, Daniel Funes de Rioja. Ya en público aseguró que el atentado "fue un salto al pasado, pero no puede ser un salto al vacío" y pidió a los empresarios la responsabilidad de "poner nuestros esfuerzos en que esto no vuelva a pasar nunca más".
Las charlas de pasillo tenían un tono parecido. Los industriales aseguraron que hubo un "consenso absoluto" sobre cambiar el tema del día. "Fue una locura, vivimos en un país neurotizado. En Argentina no me sorprende ya nada", comentó una alta fuente de una de las industrias más importantes del evento, que consideró el ataque como "un hecho aislado". “Me resultaría una locura absoluta que lo que acabamos de ver sea un hecho político, no quiero creerlo de ninguna manera, porque esto es obra de un delirante y gracias a Dios no pudo ir más allá de lo que fue" y sentenció: "No lo creo como un hecho político, de ninguna manera”.
"Es aterrador", agregó otra industrial, "me sorprendió porque a pesar de haber vivido décadas muy violentas creo que Argentina es un lugar de paz. Este clima de desorden y violencia afecta a todo. Los industriales argentinos viven en la Argentina. Queremos vivir en paz".
Cambio de eje
La carpa montada en el Parque Industrial Neuquén ubicó el escenario con un equipo de perforación de pozos de petróleo de fondo. Es que el eje inicial previo al ataque era resaltar la "oportunidad histórica" que tiene el país como proveedor de energía con el desarrollo de Vaca Muerta en un contexto de escasez a nivel mundial, no solo por las dificultades por el abastecimiento por la guerra de Rusia y Ucrania sino también por los cuestionamientos que se hacen al carbón, uno de las principales fuentes de energía del mundo.
Se estima que el 50 por ciento de la energía se genera a partir de este fósil, muy contaminante y por lo tanto cuestionada. El gas, en cambio, es sensiblemente menor emisor de CO2 y sobre la que se posan los ojos en el camino a la transición a energías renovables. Y en Vaca Muerta sobra gas. Produce hoy el 38 por ciento del gas natural - y el 39 por ciento del petróleo- de todo el país. Desde la industria de hidrocarburos proyectan que la capacidad de producción puede ser de 300 millones m3 diarios de gas, el doble del abastecimiento que necesita el mercado interno. El resto podría exportarse a países vecinos a través de gasoductos y a otros países con barcos de GNL.
Además, los industriales no iban a dejar pasar la oportunidad para hacer (en on o en off) sus reclamos por la marcha económica del país. "Los dólares que faltan para la producción", responden cuando se les pregunta por la principal problemática actual.
Pero los mensajes que comenzaron a llegar en la cena previa al evento en el restaurante La Toscana en la ciudad de Neuquén cambiaron el eje de las conversaciones y del evento todo. Primero, la cancelación de Alberto Fernández como principal orador. Luego, la inclusión del "acto repudio" a la agenda. Finalmente, la suspensión del seminario "Vaca Muerta y la transformación energética e industrial argentina”. La conferencia de prensa se realizará el siguiente martes en Buenos Aires.
Finalmente, y con el equipo de perforación de pozos de petróleo de fondo, el acto ahora de repudio comenzó con unas breves palabras del intendente de Neuquén, Mariano Gaido, que le dio el pase al discurso principal de Daniel Funes de Rioja: "Veníamos hace varios meses pensando en esta reunión y los objetivos, con una visión y un optimismo sobre el futuro del país que nos hubiera gustado transmitir" y aseguró que su presencia en el acto era "dejar constancia de que claramente no podemos tener una celebración. Venimos a dar un testimonio de nuestro repudio y condena a lo ocurrido el día de ayer". "A nadie se le ocurrió en 40 años de democracia que la violencia es el camino. De ninguna manera la industria va a tener una posición neutral con respecto a este tema", agregó.
"No nos merecemos que ocurra algo tan grave" continuó y finalizó: "Nuestro deber como empresarios es poner nuestros esfuerzos en cuidar la democracia, la paz y la vida de todos los argentinos. No a la violencia, no al delito, no a privar de la vida a alguien que tiene tanta responsabilidad de estado como la vicepresidenta o a cualquiera de todos nosotros. Al mundo industrial argentino nos une eso inequívocamente".
Cerró la conferencia el gobernador de Neuquén, Omar Gutierrez, que comenzó celebrando el acuerdo entre YPF y Petronas por el negocio de GNL y remarcando el valor de Vaca Muerta. Finalizó su discurso con el rechazo al ataque a CFK: "Pedimos el esclarecimiento de las causas de cómo se desarrolló, quién lo hizo y para qué. Escuché que piden renuncias pero hay tiempos del proceso judicial que hay que respetar" y finalizó con una frase que atraviesa a toda la sociedad: "Es hoy un día de reflexión para entender y comprender".