Es muy frecuente entre los argentinos tener la duda sobre cómo llamar a los ciudadanos de Brasil al momento de referirse a su gentilicio. Algunos lo hacen utilizando la expresión “brasileño”, mientras que otros le dicen “brasilero”. Pero, ¿cuál es el término correcto?

Durante mucho tiempo, la expresión “brasileño” fue la única forma aceptada por la Real Academia Española (RAE). Actualmente, ambas expresiones son reconocidas. No obstante, la palabra “brasileño”, para muchas personas, tiene connotaciones negativas.

El gentilicio recomendado y mayoritario en todo el ámbito hispánico es ‘brasileño’. Esta forma alterna en algunos países de América con brasilero, adaptación del gentilicio en portugués ‘brasileiro'', indica la RAE en su página oficial.

En el caso de que se opte por emplear la forma portuguesa original “brasileiro”, lo adecuado es escribirla en cursiva o entre comillas por tratarse de un extranjerismo crudo, añadió la Fundación del Español Urgente (Fundeu), fundada en Madrid en 2005.

¿Por qué se cree que el término "brasilero" podría ser peyorativo?

Si bien la RAE no se expresó al respecto, uno de los argumentos más trascendidos indica que la percepción del uso la palabra “brasilero” como forma peyorativa se explica porque el sufijo “ero” es utilizado mayoritariamente en adjetivos despectivos como "embustero" y "altanero". 

Otra de las razones por las cuales parece más respetuoso el sufijo “eño” es la analogía que se puede establecer con gentilicios correspondientes a otros países. Por ejemplo, a los ciudadanos de Panamá los llamamos “panameños” y no “panamero”, y a los ciudadanos de Honduras los llamamos “hondureños” y no “hondureros”.

La palabra “carioca” se refiere a los habitantes de Río de Janeiro

La RAE destaca también que es “impropio” usar la palabra “carioca” como gentilicio de Brasil, ya que el término refiere específicamente a los habitantes de la ciudad de Río de Janeiro.

“Es impropio su empleo con el sentido más general de ‘brasileño’, error frecuente en el lenguaje deportivo”, aseguró la academia, mientras que dio como ejemplo de la equivocación común título periodístico: “Brasil tuvo ayer sus primeras dificultades. La selección carioca logró remontar un partido que perdía por dos goles en el descanso”. 

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