Decenas de personas han acudido a la Embajada de Argentina en España, ubicada en Madrid, para mostrar su rechazo al atentado contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner y manifestarse en favor de la democracia. Miembros de la izquierda española también se han presentado en solidaridad con el pueblo argentino y su vicepresidenta.
El embajador argentino, Ricardo Alfonsín, ha agradecido a los asistentes que mostraron "su solidaridad" y "su preocupación" por el "intento de magnicidio" que ha sufrido la vicepresidenta.
Miembros de la izquierda española han acudido a la manifestación como señal de apoyo. Entre ellos, la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, la diputada de Más Madrid Manuela Bergerot y el diputado y secretario general de Podemos en Galicia, Antón Gómez-Reino.
La secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, ve este "intento de asesinato" como "un claro mensaje de violencia política y de discursos de odio generados por el hostigamiento político apoyado por sectores mediáticos". "Frente a la dictadura y el terrorismo de Estado, hay que defender a la democracia", ha añadido.
Gómez-Reino mostró su solidaridad particular y en nombre del pueblo gallego y aprovechó para recordar que pegado a este incidente, el hermano del presidente chileno, Gabriel Boric, fue agredido en plena calle. "Hemos visto casos de lawfare por toda América Latina. Lo hemos visto en Bolivia, en Ecuador y lo estamos viendo en Argentina", ha sentenciado.
La diputada de Más Madrid se ha mostrado conmovida por las imágenes de las manifestaciones en Argentina. "Solo hay un lugar correcto en la historia para estar hoy", ha dicho parafraseando a las Abuelas de Mayo, "y es del lado del apoyo a la democracia", ha añadido.
El secretario general del PCE, Enrique Santiago, ha señalado el ataque como "una gran tristeza para la democracia en todo el mundo" y "acredita que la derecha no reconoce la democracia". "La derecha solo acepta la democracia cuando ellos gobiernan, y si no, deslegitiman por todo tipo de medios e impiden el normal desarrollo institucional y el progreso de las sociedades", ha añadido.
También ha advertido que el intento de asesinato de la vicepresidenta "había sido claramente anunciado" y ha apuntado a la "participación directa de jueces que han sido de todo menos imparciales". "No nos engañemos, no ha sido un desequilibrado. Ha sido un personaje con un claro vínculo político con la ultraderecha brasileña" y que "ya había manifestado graves amenazas", ha señalado sobre el autor del ataque.
El atacante "era un instrumento de la ultraderecha"
Enrique Borcel, presidente del Frente de Todos de Madrid, formación que ha organizado el acto, ha mostrado su "repudio" al ataque y ha señalado que aunque "el instrumento" (en referencia al atacante de la vicepresidenta), "era un marginal, era también "un instrumento de la derecha y ultraderecha argentina".
Acusa a estos grupos, aupados por algunos medios de comunicación, de alimentar el discurso de odio. Ha puesto de ejemplo que unos días atrás "hicieron una manifestación en la plaza de Mayo donde pusieron una guillotina y pidiendo el fusilamiento de Cristina Kirchner". También ha apuntado directamente al Gobierno anterior, liderado por Mauricio Macri, por sus nombramientos en materia de justicia y sus decisiones económicas.
Que la sociedad "aproveche este episodio para reflexionar"
El embajador de Argentina en España, Ricardo Alfonsín, espera que la sociedad "aproveche este episodio para reflexionar acerca de que la demonización del adversario tarde o temprano termina produciendo violencia". "Muchos advertíamos acerca de cómo se estaba profundizando la violencia verbal en Argentina y las consecuencias que esto podía tener".
Alfonsín espera que "todos los que tienen poder para influir en la sociedad o en su ánimo tengan más responsabilidad" y "eleven el nivel del debate". Para el embajador el atentado ha sido "un golpe muy duro a la democracia". Por ello, ha pedido que la sociedad sea más exigente con la democracia y los políticos. Considera que el episodio y las manifestaciones sociales en Argentina y fuera del país van a repercutir de manera positiva "contra los comportamientos poco civilizados de aquellos políticos que creen que en política todo vale".