Por un día en el Concejo municipal no hubo grietas –o por lo menos, supieron dejarlas de lado– y la foto mostró a todos los bloques juntos en la foto, más la presencia del intendente Pablo Javkin, en solidaridad con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y en repudio al intento de magnicidio. Fue la expresión compacta de la política local al atentado que conmocionó al país, y el preludio a la multitudinaria manifestación popular que se desarrolló un rato después en el Monumento a la Bandera. "El atentado no solo es contra la vicepresidenta, lo es contra la democracia", sostuvieron.
El parlamento municipal emitió un documento que firmó hasta la bancada de Juntos por el Cambio, aunque en la sesión de emergencia que se celebró de este sector solo estuvieron Alejandro Roselló –no podía faltar, es el vicepresidente 2° del Concejo– y el radical Martín Rosúa. El resto no. También faltó el socialismo. Pero la proclama fue suscripta en acuerdo pleno.
Javkin se mostró en línea con la consternación general y afirmó que el intento de asesinar a la vicepresidenta "tiene que ser un punto de inflexión". Así llamó a "parar con todo esto, parar con la violencia en todos los órdenes", indicó. "Si ayer no se producía el milagro (de que las balas no salieran disparadas contra Cristina) hoy estábamos viviendo en otro país. Hay que parar las balas, poner cordura, salir de la grieta, de la locura, porque todo eso genera esto", reflexionó.
Javkin se remontó a sus orígenes en el alfonsinismo y en Franja Morada para evocar "aquel gran acuerdo que Argentina logró desde 1983 para salir de estas cosas que hasta entonces eran habituales". "La violencia política es lo que termina de destruir las sociedades. No hay margen para especulaciones, no puede ser que naturalicemos la muerte y la violencia", definió.
La presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, comentó preocupada que "en Argentina sea tan fácil matar". Y luego leyó el documento, flanqueada por Roselló y Lisandro Cavatorta. Ratificó el "profundo repudio" a la agresión y lo definió como "un atentado contra la democracia que nos debe convocar a todos a la reflexión sobre el estado de irritación que marcó los últimos tiempos".
El pronunciamiento aludió tangente al flagelo de violencia criminal en Rosario. "Sabemos que cuando la violencia se naturaliza genera un daño irreparable para toda la sociedad. Promover el odio y la violencia en cualquier ámbito social y político solo deriva en situaciones que como la de ayer marcan un punto de inflexión. Lo ocurrido debe implicar un momento límite para la Argentina", relacionó.
En ese sentido, el Concejo instó a al abanico de la política "a construir un escenario de diálogo en el marco de la libertad de expresión donde el respeto se ubique en el centro del discurso político y mediático".
Agregó el documento parlamentario un llamado a "dejar de lado cualquier división" y el compromiso de "consolidar un diálogo democrático basado en el respeto y en la tolerancia". Por todo eso, reiteró la condena al inaudito ataque sufrido por Cristina Fernández de Kirchner. "Defendemos la vigencia del sistema democrático, las instituciones y el estado de derecho”.
Luego, algunas voces comentaron los acontecimientos. Como Norma López: "Tenemos que denunciar y llamar a la reflexión a aquellos dirigentes partidarios que están sosteniendo la violencia, minimizando la situación, como Patricia Bullrich o Amalia Granata. Con un magnicidio no hay forma de que se proteja al pueblo", reprochó.
"Cuando la oposición, los medios de comunicación y la justicia reproducen de diferentes formas pero concurrentes discursos de odio, habilitan la violencia", agregó María Fernanda Gigliani para sumar su repudio.
Juan Monteverde, por Ciudad Futura, acotó: "Rosario sabe que cuando la violencia se naturaliza el daño es irreversible. Hoy todas las fuerzas políticas estuvimos juntas, sin diferencias, condenando el intento de magnicidio y defendiendo la democracia".