Desde la plaza 25 de Mayo donde se realizó el acto de repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, hasta rodear el mástil del Monumento Nacional a la Bandera, en defensa de la democracia, la movilización en Rosario fue enorme y contundente. La convocatoria colmó la calle y la plaza hasta donde movilizaron organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos, políticas, transfeministas y barriales, pero también mucha gente de a pie. "El amor vence al odio"; "Convertir el odio en unión"; "Todxs con Cristina"; "Fuerza, Cristina", se podía leer en los carteles. Les oradores del acto coincidieron en que lo ocurrido la noche del jueves, en la puerta del edificio de la vicepresidenta, tuvo como respuesta una multitudinaria expresión contra el odio, frente a lo que consideraron un "hecho bisagra", un "punto de inflexión".

En la previa de la masiva y popular salida a la calle para repudiar el odio y la violencia, durante la jornada de feriado nacional decretada por el presidente Alberto Fernández, desde el Concejo Municipal ediles y edilas manifestaron su rechazo al atentado contra la dos veces expresidenta (ver página 4). Para el mediodía, gremios y organizaciones con sus banderas empezaron a colmar la plaza 25 de Mayo, la misma donde una semana antes una multitud se concentró en apoyo a la vicepresidenta y como repudio a la persecución penal.

El de ayer fue un acto casi en simultáneo con lo que ocurría en Buenos Aires, donde una multitud salió a defender la democracia y a expresarse contra el odio. A la convocatoria local de "Todos con Cristina" llegó mucha gente de manera espontánea: familias enteras, grupos de amigues, personas en bicicleta y de a pie. "Vine porque hay que estar acá. La vicepresidenta es la referenta más importante que tenemos en el peronismo", dijo Beatriz, que estuvo en la plaza con su compañera de trabajo. Daniela sumó: "Quien está de acuerdo con la democracia hoy tiene que estar acá, es un compromiso con un país en democracia". Enfrente, una joven de 21 años caminaba de la mano con un niño que llevaba un cartel: "Viva Cristina", decía. "Soy su niñera, y estamos acá porque atentaron contra la democracia y me parece que es muy importante estar", dijo. Luis y su esposa también decidieron ir, desde el barrio 7 de Septiembre, convocados por lo ocurrido. "Hay que defender la democracia. Esto no puede pasar. Sabemos lo que la gente trabajadora necesita", señaló, mientras los tambores sonaban en Córdoba y Buenos Aires.

Organizaciones y sindicatos movilizaron fuerte.  Crédito: Andrés Macera.

Casi al mismo tiempo, en la ciudad de Santa Fe, el gobernador Omar Perotti se reunió con su gabinete; y la Cámara de Diputados también tuvo su encuentro para expresar el repudio al intento de magnicidio y para referirse a las declaraciones de Amalia Granata (ver aparte), cuyo tuit en los minutos posteriores al atentado también fue repudiado en la plaza.

El rostro o el nombre de la vicepresidenta podían verse en remeras, pins y banderas. Apenas pasadas las 13 se invitó a las organizaciones y manifestantes a marchar pacíficamente hacia el Monumento Nacional a la Bandera. Para las 13.40 las columnas seguían bajando hacia calle Belgrano, al ritmo de bombos y cánticos que retumbaron en el mástil mayor, frente al río Paraná.

Todavía en la plaza, tomaron la palabra el dirigente del Sindicato de Trabajadores Municipales, Antonio Ratner; Martín Lucero, del Sindicato de Docentes Particulares (Sadop); Analía Ratner de la Asociación Bancaria; Sonia Alesso, de Amsafé y secretaria general de Ctera, quien destacó que "en las plazas del país la gente salió a decir que 'si tocan a Cristina, nos tocan a todos'. Las mujeres, particularmente (como también señaló la secretaria general de La Bancaria), sabemos lo que significa el odio de género y del patriarcado contra Cristina. Lo hemos vivido por ser política, por ser mujer, por defender a las y los trabajadores. No vamos a tolerar los discursos de odio". 

Crédito: Andrés Macera.

También habló el secretario general del Sindicato de Prensa Rosario y adjunto de la CTA T provincial, Edgardo Carmona, quien recordó lo que sintió la noche del jueves: "Desde anoche se repite en mi cabeza la misma imagen. Su cara, esa mano abierta que va a su cabeza; esa imagen que es una bisagra en la historia de la democracia argentina. Había un revólver en esa imagen que interrumpía el mensaje de amor y de entrega. Y ese revólver no apuntaba a su cabeza, sino a la de cada uno de los habitantes de nuestro país”, dijo. "Tenemos la obligación de anular con amor, con entrega, con pasión, el odio que genera la derecha argentina. Frente a cada gesto, frente a cada revólver, vamos a multiplicarnos en la calle", señaló e indicó que la CTA T y la corriente federal decidieron medidas con movilización para el lunes.

María de los Ángeles Sacnun, exsenadora nacional por Santa Fe, tomó la palabra y aseguró: "Esta es la plaza de la democracia, del pueblo, la plaza del amor", dijo; y habló de "lo que Cristina significa para el futuro de esta patria". También lamentó "la reproducción de los discursos del odio", y se pronunció sobre "la democracia real, que implica redistribución de la riqueza, igualdad, justicia social, derechos de geńero, de diversidades, de salud, educación y una justicia democrática".

El concejal Eduardo Toniolli agregó que se espera que la Justicia determine lo que ocurrió el jueves por la noche. "Esto es gravísimo, tenemos que estar alerta y movilizados para ponerle un límite a la violencia política". Su par, la edila Norma López agregó: "Este intento de magnicidio a Cristina es porque representamos un movimiento nacional, popular y de emancipación política. Es a ella y a todo el pueblo. Es contra la democracia".