En el siglo XIX se abolió la esclavitud.
A partir de entonces, a los amos se los llama "gente",
y a los esclavos, "pueblo".
Queride lectóribus, deudores, deudoras y deudoros de mi corazón, mi duodeno y mi neurona supérstite: quizá sea este un buen momento para que hablemos, o volvamos a hablar, de la historia.
Creo haber insistido lo suficiente, en otra edición de esta misma columna, en mi creencia sobre lo importante que es "lo sucedido" en "lo que sucede" y en "lo que va a suceder".
Dentro de los abusos de poder, mal llamados "fenómenos de época", está el remplazo de la Historia por la Ultratecnología (que en sí misma es maravillosa, pero no "en reemplazo de la Historia"). "¡No hace falta que sepas lo que pasó, ni que lo interpretes! ¡Nefli te lo cuenta, y Gugl lo guarda en su memoria para que vos puedas usar la tuya en consumir lo que la red te dice que consumas!". Mmmhhh... Me pregunto: ¿nadie vio Matrix?
Es un gran triunfo del mercado que borremos la historia que ya teníamos y le compremos la que nos quiere vender. Que interpretemos los hechos a su manera. Los pasados y los actuales.
Ya dijimos en el 2016 (porque en ese entonces lo hacían en el país), y lo recordamos ahora (porque lo hacen en CABA, al menos), cómo podrían ser algunas "lecciones de historia" según el "modelo mauritocrático":
* En 1492, Colón descubrió que la Tierra era… un gran negocio.
* En 1789 se produjo la Revolución Francesa de la Alegría. Los pobres derrocaron al rey monopolizador y se ganaron el derecho de ser pobres por sus propios medios. Instalaron la libertad de mercado; la igualdad de clase (todos los pobres son iguales) y la fraternidad (poner las cosas a nombre de sus hermanos). La Patrífice Mayor decía: "Si quieren pan, les daremos pum-pum".
* En 1806 y 1807 llegaron "las inversiones inglesas", pero cuando vieron que en vez de venderles aceite se lo regalábamos y que se lo llevasen puesto, se fueron de vuelta. Los dirigentes de entonces advirtieron: "¡Ojo, así nos aislamos del mundo! Tenemos que estar abiertos a que todo aquel, aquella o aquelle –eran muy inclusivos y a la vez excluyentes– que nos quiera invadir pueda hacerlo".
* En 1810 gobernaba un virrey populista y los criollos le reclamaban: "¡Basta de cepo al maravedí! ¡Andate, Cisne!", y la multitud gritaba: "¡Cambiemos, cambiemos!". El 25 de mayo asumió la primera junta de accionistas. La plaza gritaba: "¡El pueblo quiere saber a cuánto se cotiza!".
* En 1813 la Asamblea decretó libertad de vientres, o sea que todos podían andar con el ombligo al aire. No dijo nada de la "libertad de tetas". Así que dar de mamar en público no se puede.
* En el siglo XIX se abolió la esclavitud. A partir de entonces, a los amos se los llama "gente", y a los esclavos, "pueblo".
* En pleno siglo XX, el nazismo quiso establecer un criterio de raza superior y volver a la esclavitud ¡desde el Estado! El "gran error" fue no dejarle esa tarea al mercado –dirían los que dicen que Hitler fue "un empresario incomprendido" (¡sí, lo dijeron!). En vez de obsequiarles a los ingleses la Patagonia como homenaje a su gran triunfo en la Segunda Guerra Mundial, Perón les quiso cobrar la deuda y nacionalizó los ferrocarriles, perdiendo así otra oportunidad de incluirnos en el mundo.
* El capitalismo es bueno, aunque no sea capitalismo productivo sino "saqueo directo" de los bienes y recursos del país y hasta de la salud de las personas. El comunismo es malo, aunque no sea comunismo sino simple "presencia del Estado".
* En la historia es fundamental tener justicia. Y cuando decimos "tener" nos referimos a que sea "nuestra". Las pruebas de la culpabilidad de alguien se evalúan no de acuerdo a su veracidad, sino a las toneladas que pesan. Es fundamental que los jueces prueben su capacidad como jugadores de fútbol (o eventualmente de tenis, depende de la causa).
Y así podríamos seguir en esta clase de Historia que escriben los que garcan. Donde los que provocan la violencia explican que su límite "es la violencia", al tiempo que lo trasgreden. Donde pueden explicar que arrestaron "parripollos militantes". ¿Cómo se dieron cuenta?
* ¿Acaso los pollos cantaban la marcha peronista?
* Quizás entonaban: "¡Pata, pechuga, el pueblo no arruga!".
* ¿Quizás temían que el desborde popular comenzara por los pollos y terminara con la mismísima Suprema (Corte)?
* ¿Acaso alguien comentó: "Los únicos privilegiados son los menudos"?
* ¿O la gente le cantaba: "¡Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pollos para la liberación!"?
Quien quiera oír, que oiga.
Sugerimos acompañar esta columna (y, de paso, repasar nuestra historia) con el video "Si la tocan", de RS+ (Rudy-Sanz):