Desde Santa Fe
Desde hace dos décadas, la mayoría de los historiadores y académicos santafesinos coincide que el escudo y la bandera de Santa Fe lucen símbolos discriminadores y racistas, y ya a mediados de los años 90 y luego en 2008, se propusieron cambios para que "dejen de celebrar el exterminio de los pueblos originarios". Las injurias son las tres armas del óvalo: la lanza de los colonizadores hacia arriba y las dos flechas en cruz hacia abajo como síntesis de la "barbarie del salvaje vencida por caballeros cristianos", según relatos de época. Esta semana, la diputada justicialista Claudia Giaccone retomó aquellas iniciativas y propuso saldar la deuda histórica: cambiar el escudo para que las dos flechas también apunten hacia el cielo y así, "igualar y reivindicar los derechos de los pueblos originarios".
Giaccone presentó su proyecto en el hall de la Legislatura, en un panel que debatió las reformas al escudo de Santa Fe, que también se replica en la bandera tricolor de la provincia. Participaron tres historiadores: la docente e investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario, Claudia Gotta y sus colegas Ricardo González y Alejandro Vivas, de San Javier, representantes de pueblos originarios y legisladores.
"El escudo de Santa Fe, que se replica en la bandera, tiene una lanza con la punta en alto y dos flechas en cruz volcadas hacia abajo, que simbolizan el triunfo de las armas del conquistador sobre los aborígenes. Mi propuesta es cambiar el diseño, colocar las dos flechas con las puntas en alto" y de esa manera "igualar y reivindicar los derechos de los pueblos originarios", expresó Giaccone.
La opinión unánime de los historiadores y académicos es la necesidad imperiosa de este cambio que se funda en la Constitución nacional, que garantiza la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
"El escudo de la provincia ha sido modificado en varias oportunidades, pero nunca consideró esta deuda histórica que tenemos con los aborígenes y debemos saldar -afirmó-. Hoy, el escudo no representa en absoluto el pensamiento de nuestra sociedad. No es un símbolo que respete los derechos humanos de esos pueblos, que se sienten afectados por un emblema que los humilla".
"El proyecto -insistió Giaccone‑ refleja el reclamo de distintas comunidades aborígenes" y sucede a iniciativas similares de otros legisladores, entre ellos el ex senador justicialista Mario Papaleo y los ex diputados Aldo Strada y Alfredo Menna, que no prosperaron. "Debemos dar este paso muy importante para la reparación con nuestro pasado y consolidar la paz con igualdad", apuntó.
Papaleo presentó el primer proyecto en 1994, Strada propuso crear una comisión que estudie la reforma del escudo, Menna retomó la iniciativa en 2008 y tres años después, en 2011, logró un despacho favorable en la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, que hoy integra Giaccone. Ya entonces, la profesora Claudia Gotta sostenía lo que volvió a plantear el miércoles último en la Legislatura, que "Santa Fe deje de celebrar el exterminio de los pueblos originarios a través de su insignia oficial".