Desde Santa Fe

La diputada antiderechos Amalia Granata se negó a firmar la declaración de la Cámara de Diputados que repudió el intento de magnicidio contra la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, reclamó el urgente esclarecimiento del atentado y ratificó la obligación constitucional del cuerpo de “defender la democracia”. No fue la única, tampoco lo firmó su ex seguidor, el diputado Nicolás Mayoraz, presidente del bloque Vida y Familia que integran sus colegas Natalia Armas Belavi y Juan Argarañaz. La diputada peronista Matilde Bruera dijo que la negativa de Granata a suscribir el documento –aprobado por la mayoría de los bloques- es otro hecho que está a la vista. “Granata no sólo negó el atentado contra Cristina, sino que lo banalizó”, consideró que era un “armado”, una “pantomima” y ayer hasta lo calificó de “circo”. “Esto es un acto violatorio del estado de derecho y de su propio juramento constitucional cuando asumió el cargo”, dijo Bruera a Rosario/12. Las expresiones de Granata “cargadas de odio” se contraponen con “los valores democráticos que los legisladores juramos respetar y defender “. “Forman parte de la violencia política que queremos desterrar” y por eso pedimos su expulsión de la Cámara, agregó.

Ayer, a 72 horas de que un tirador intentara matar a CFK -le apuntó a centímetros de su rostro con una pistola Bersa que tenía cinco balas en su cargador, gatilló, pero el proyectil no salió-, Granata volvió a negar la “tentativa de magnicidio”. “Fue todo un circo”, lo calificó al citar otra opinión, en línea a lo que ya había dicho antes cuando lo definió como un “armado” y una “pantomima”. “Si te gatillan una pistola en la cabeza, al otro día no andas de cuerpito gentil por la calle”, cerró la cita.

El viernes, Granata no asistió a la reunión de los jefes de bloques convocada por el presidente de la Cámara, Pablo Farías, ante el atentado a CFK. Un documento de consenso repudió el hecho, pidió su “esclarecimiento” y ratificó la obligación constitucional del cuerpo de “defender la democracia”. No fue la única que no firmó la declaración, tampoco lo hizo el líder del bloque Vida y Familia, Nicolás Mayoraz. “El peor atentado lo sufre día a día el pueblo argentino: 50% vive bajo la línea de pobreza, 90% de inflación, inseguridad, corrupción, violencia y falta de oportunidades; con un gobierno que no sabe cómo resolver ninguno de esos problemas que sí son reales”, se descargó Mayoraz. Le contestó el ex diputado peronista Gerardo Rico: “No tenés vergüenza Mayoraz. Sin moral, ni ética, ni nada. Este atentado a Cristina es una barbaridad. Das pena. Sos detestable”.

Esta semana, comenzará a definirse la situación de Granata en la Cámara. El Frente de Todos pidió una sesión especial para aplicarle el “régimen disciplinario de la Constitución de Santa Fe” y expulsarla de su banca. La “inconducta” que se le reprocha es su discurso “antidemocrático” y “cargado de odio” que se contrapone “a los principios elementales del estado de derecho” que “los legisladores juramos respetar y defender en forma irrestricta”. “Defender la democracia no es sólo una manifestación voluntariosa, sino un compromiso que debemos asumir en este momento, condenando este intento magnicidio”, dice la denuncia.

La diputada Bruera asoció la actitud de Granata con su negativa a firmar el documento que repudió el atentado a CFK y ratificó la defensa de la democracia. “Es consecuente, su reacción ante este hecho tan violento fue negarlo y hasta lo banalizó. Todo el país vio la escena por televisión. Es un ataque inédito porque nunca se vio a una persona que le apuntara con un arma en la cara de la vicepresidenta para matarla. No hay dudas del hecho. La investigación confirmó que la pistola funcionaba y tenía balas en el cargador”.

“Lo de Granata es un acto violatorio del estado de derecho y de su propio juramento constitucional cuando asumió el cargo. Forma parte de esta violencia política que queremos desterrar. Por eso pedimos la sanción”, alertó Bruera.

“Los legisladores tenemos la libertad para expresarnos y opinar, pero el límite es el estado de derecho. No se puede negar un hecho tan evidente y banalízalo y faltarnos el respeto al resto de los legisladores. Además, después siguió con otras expresiones que son repudiables”.

“Lo que hizo Granata es consecuente también con su actitud en la Cámara, donde no suscribe nada que esté vinculado a derechos humanos. Se niega a hacerlo a pesar de que juró por la Constitución y eso incluye los tratados de derechos humanos. Se niega a votar toda declaración a favor de la memoria, la verdad y la justicia. Se niega a aprobar todo proyecto que tenga que ver con los derechos de las mujeres, de género y los derechos de la comunidad LGTB. Es consecuente. Es una actitud política que debemos desterrar porque por algo cuando asumimos los cargos juramos por la Constitución. Eso no es una banalidad. Cuando uno jura por la Constitución y los tratados de derechos humanos asume la defensa del estado de derecho” y la democracia.

-¿El pedido de suspensión sigue su trámite?

-Sí, el pedido de sesión extraordinaria ingresó el viernes y dentro de las 48 horas el presidente de la Cámara tiene que convocarla. En el recinto, se verá si están los votos para tomar la medida (que es expulsar a Granata) y si no están es importante abrir el debate. Lo que ocurrió es un hecho gravísimo, por lo tanto es necesario discutir el modo de hacer política en la Argentina, ante discursos antidemocráticos y cargados de odio que profundizan la violencia –concluyó Bruera.