Cuando faltaban cuatro minutos para el cierre del partido y daba la impresión de que Argentinos Juniors podía explotar de contraataque la desesperación de Racing, un cabezazo de Jonathan Galván que rebotó en el palo izquierdo, dio en el arquero Federico Lanzillota y se metió, le dio a la Academia una victoria sufrida y esforzada que la mantiene con 28 puntos en carrera en la lucha por el título. 

El primer tiempo fue tibio, con mucho cálculo y orden pero con pocas emociones.

 Más allá de las buenas intenciones ofensivas de los dos equipos, la presión que mutuamente se ejercieron en la zona de gestación conspiró con la generación de jugadas riesgosas. Es más, lo poco que crearon, no lo definieron bien. Una tapada de Lanzillota a Copetti y un remate de Piovi desde fuera del área que se fue cerca del palo derecho fueron las escasas situaciones que tuvo Racing. Un tiro de Ávalos por encima del travesaño y otro de Luciano Sánchez que salió desviado fueron las llegadas de Argentinos

Los dos se soltaron algo más en el segundo tiempo, pero siempre con más imprecisiones que aciertos. El ingreso de Emiliano Vecchio por Miranda le adosó algo más de volumen de juego a Racing. Cuando Argentinos jugaba con la ansiedad racinguista que bajaba de las tribunas y se transmitía a la cancha, a los 41 minutos, llegó el cabezazo de Galván para provocar la explosión del estadio y ratificar lo que ya se sabía: que Racing no se baja de la pelea por el campeonato.