Desde Santa Fe
Omar Perotti y Alejandra Rodenas coincidieron ayer en rechazar la actitud antidemocrática de la diputada Amalia Granata que negó y banalizó el intento de magnicidio de la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y hasta lo consideró un “armado”, una “pantomima” y un “circo”. “La agresión, la descalificación y el agravio no deberían estar en boca de ningún dirigente con responsabilidades institucionales. En el cuidado de las palabras está el cuidado de nuestra gente y la garantía de convivencia”, marcó el gobernador. Mientras que la vicegobernadora dijo que el “discurso de odio –como llamó a la expresiones de la legisladora- menoscaba las instituciones que representa y no respeta la institucionalidad” de la provincia. Lo de Granata “es muy lamentable, ella tendrá que dar explicaciones a sus pares de la Cámara de Diputados”, remarcó Rodenas.
El gobernador y su vice fueron consultados ayer por el pedido del Frente de Todos a la Cámara de Diputados para que expulse a Granata por su “discurso antidemocrático y cargado de odio” que “vulnera el estado de derecho y su propio juramento al asumir el cargo”. Perotti habló del tema en una conferencia de prensa. Y Rodenas lo hizo después de su convocatoria a las autoridades del Senado y a los jefes de bloques para repudiar el atentado a CFK, pero al que no asistieron los radicales, entre ellos, el presidente de la bancada Lisandro Enrico, su antecesor y actual presidente de la UCR, Felipe Michlig, su colega Hugo Rasetto y el vicepresidente primero de la Cámara, Germán Giacomino (ver aparte).
Consultado por los dichos de Granata, Perotti pidió un “mayor nivel de diálogo” y “responsabilidad a todos los sectores políticos y el rechazo a la violencia de cualquier tipo y naturaleza. El camino siempre es la búsqueda de la unidad de los argentinos y dejar de lado a quienes tiene expresiones que no van en esa dirección”, como es el caso de Granata.
“La responsabilidad más importante de la dirigencia política en estos momentos de tensión es unir” a los argentinos y “generar todas las cosas que nos permitan dirimir las diferencias y las discusiones” sin “agresión, descalificación, ni agravios”. “Ninguna de esas cosas deberían estar en la boca de ninguno de los dirigentes con responsabilidades institucionales”, insistió el gobernador.
“No puede ser que se utilice la agresión, la descalificación y el agravio para lograr un acompañamiento de la sociedad o un respaldo” electoral. “Estaríamos muy mal todos los argentinos, si el que agravia, insulta y descalifica es el que obtiene un beneficio. Creo que la sociedad claramente reclama otra cosa. La Argentina merece otra cosa”, alertó Perotti. “Y es nuestra responsabilidad” convocar “a la prudencia y al cuidado. En el cuidado de nuestras palabras está el cuidado de toda nuestra gente y la garantía de la convivencia”.
En tanto, Rodenas advirtió sobre los “discursos de odio” en su convocatoria de ayer a los senadores, en la que sorprendió el faltazo de los radicales. “Los discursos de odio están tipificados: son los que atraviesan diversos estamentos institucionales, pero no sólo son portadores quienes tienen responsabilidades periodísticas, sino también responsabilidades empresariales, mediáticas en sentido amplio y los que se reproducen socialmente y generan algunas cuestiones que son innecesarias. Así que deberíamos superar esta tensión, ponernos por encima y pensar claramente el país reclama paz social”.
-¿Qué piensa del discurso antidemocrático de la diputada Granata? –le preguntó una periodista de Aire de Santa Fe.
-Justamente a eso me refería cuando mencioné los discursos de odio, de descalificación o apresurados a la hora de evaluar un hecho de tanta gravedad (como una tentativa de magnicidio contra CFK) expresados por alguien (Granata) que ha sido elegida por el mandato popular. Si bien ella no es una representante del Senado y ya se han pronunciado los diputados y los jefes de los distintos bloques” y están pendientes “las actitudes que vayan a tomar (acerca del pedido de expulsión de la Cámara baja) con todo el respeto que eso me merece, creo que hay que tener una mirada de reprobación de esta ligereza y esta superficialidad a la hora de sacar conclusiones apresuradas. Eso también constituye un discurso de odio. En definitiva, es menoscabar las instituciones que uno representa y no respetar la institucionalidad. Entonces, la verdad que es muy lamentable. Granata tendrá que dar explicaciones a sus pares de la Cámara de Diputados –respondió Rodenas.