Después del doble crimen en el barrio Molino Blanco (ver página 5) y la balacera contra el Centro Municipal Distrito Sur, Omar Perotti sostuvo ayer que “claramente no hay impunidad” frente al delito en Rosario. El gobernador consideró que hay mejoras en ciertas actividades ligadas a la política de seguridad, pero también admitió que hay otros problemas sin resolver.
“Los niveles de detención superan largamente los de cualquier período”, aseveró sobre la acción judicial y el trabajo policial y reconoció que subsiste la “preocupación” frente a los homicidios y los ataques con armas de fuego.
A partir de este diagnóstico, Perotti señaló que seguirán “invirtiendo fuertemente en equipamiento e infraestructura” para mejorar la seguridad. Así como elogió el desarrollo de investigaciones para desarticular organizaciones delictivas, apuntó: “Necesitamos mejorar en la prevención”.
El gobernador consideró que es imprescindible “liberar de armas el territorio” para mejorar la situación. Y consideró que la exclusión es la raíz de buena parte de los problemas de seguridad: “Allí empieza a resolverse cualquier instancia de desigualdad o violencia”.