La legionella es una bacteria que se presenta bajo dos formas clínicas totalmente diferenciadas. La primera, como una infección autolimitada y benigna que se cursa con fiebre y catarro. La segunda, más severa, consiste en una neumonía bilateral. En Tucumán ya son seis los fallecidos de los 22 casos detectados en una clínica privada, según informó ayer el Ministerio de Salud provincial.

El hábitat natural de la legionella son los lugares con agua, como lagos y ríos, por lo que puede invadir depósitos de agua de construcción artificial como tanques de agua, piscinas y otros tipos de suministros.

La vía de adquisición del microorganismo es la aspiración de la bacteria directamente hacia los pulmones. Existen dudas sobre si la infección puede adquirirse por el hecho de beber agua contaminada. Y no hay transmisión directa de persona a persona, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Cómo prevenir la legionella?

La prevención de la legionella está directamente relacionada con las medidas de control que minimicen su proliferación, como un buen mantenimiento de las instalaciones, mediante su limpieza y desinfección, y la aplicación de otras medidas térmicas o químicas para limitar al máximo la proliferación, según la OMS.

Entre los ejemplos de medidas preventivas mencionados por la organización, se encuentran:

  • Mantener, limpiar y desinfectar periódicamente las torres de enfriamiento—estructuras diseñadas para disminuir la temperatura del agua—utilizando de manera frecuente o sistemática agentes químicos.

  • Mantener una concentración idónea de agentes químicos, como por ejemplo cloro en las piscinas, asegurando el vaciado y la limpieza completa de todo el sistema por lo menos una vez por semana.

  • Mantener limpios los sistemas de agua fría y caliente, asegurando al mismo tiempo que el agua caliente se mantenga por encima de 50 ºC y el agua fría por debajo de 20 º C, o tratar las instalaciones con un químico adecuado para limitar el crecimiento bacteriano, sobre todo en hospitales y otros centros sanitarios y geriátricos.

  • Reducir el estancamiento de agua abriendo semanalmente los grifos no utilizados de los edificios.

  • Cuando se trate de pacientes hospitalizados vulnerables, se deben tomar precauciones adicionales en relación con el agua y el hielo, sobre todo para evitar el riesgo de aspiración. En ese sentido, se ejemplificó que las máquinas de hielo pueden ser una fuente de legionella.

Aire acondicionado: ¿presenta un riesgo de multiplicación de legionella?

Los sistemas de aire acondicionado de los autos y de las casas no usan agua para enfriar el aire, por lo que no presentan un riesgo de multiplicación de legionella, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

No obstante, el presidente de la Comisión de Salud del Senado y exministro de Salud de Tucumán, Pablo Yedlin, aseguró ayer en declaraciones radiales que si bien la legionella habitualmente vive en el agua, "se vaporiza muchas veces a través de los aires acondicionados".

A su vez, la directora nacional de Epidemiología, Analía Rearte, indicó que la bacteria "está en el agua y también puede transmitirse a través de la aerosolización, por lo que también sería un factor de transmisión el aire acondicionado".

En tanto, el sábado, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, junto a su par provincial Luis Medina Ruíz, comentó que es una bacteria que se transmite tanto por vía inhalatoria a través del agua o aire acondicionado. "Se deberán llevar adelante acciones en la clínica privada tanto en el agua como en el sistema de aire acondicionado para que sea completamente seguro volver a trabajar en el centro de salud", sostuvo.

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