El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo este martes que atraviesa “uno de los momentos más difíciles políticamente” que le ha tocado enfrentar tras el fracaso del plebiscito constitucional del domingo, que provocó un profundo de gabinete.
“Hago este cambio pensando en nuestro país. Los cambios de gabinete siempre son dramáticos en Chile, y a este no le ha faltado su dosis. Tenía que doler, y duele, pero era necesario”, manifestó el presidente, quien decidió renovar las principales carteras de su gobierno y tuvo que dar marcha atrás en uno de los cambios previstos.
El domingo más de 15 millones de chilenos estaban habilitados para votar a favor o en contra del borrador de la nueva Constitución. Con una participación histórica, que alcanzó el 86%, el rechazo al texto constitucional se impuso con 61,9% de los votos.
Sobre este resultado, el presidente reflexionó que “los procesos de transformación social son siempre de largo aliento”. “Los grandes cambios son aquellos que no se hacen de la noche a la mañana. Para concretarse y mantenerse en el tiempo, requieren ser abrazados por las grandes mayorías”, subrayó.
En este sentido, Boric dijo que “ser un adelantado en tu época en política es una forma de estar equivocado”, y agregó: “debemos escuchar la voz del pueblo y caminar junto al pueblo”. Por último, pidió a sus ministros “liderar el reencuentro con el proceso constituyente, que seguirá su curso”.
“El bien mayor de Chile nos exige encontrarnos”, para superar las “diferencias”, convocó el jefe de Estado chileno desde La Moneda, y subrayó: "Necesitamos una nueva coordinación del gobierno, que en conjunto fortalezcamos la coalición que nos respalda".
La coalición de gobierno está compuesta por la coalición de izquierda Frente Amplio y el Partido Comunista, que impulsaron la candidatura presidencial de Boric en 2021, y el Socialismo Democrático, integrado por los partidos que le brindaron su apoyo para la segunda vuelta, que son los que conformaban la Concertación, a excepción de la Democracia Cristiana. Con los cambios de gabinete, el Socialismo Democrático pasará a contar con tres de los seis ministros que integran el Comité Político, el núcleo duro de la conducción del gobierno.
Boric destacó que incorporó a esta mesa chica a la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, del Partido Comunista. “Ha demostrado tener la capacidad de alcanzar grandes acuerdos, a veces improbables, que es lo que más necesita nuestro país en este momento”, señaló.
Por último, el presidente apuntó como uno de los principales desafíos a la seguridad y apuntó: "como sociedad no podemos tolerar que compatriotas vean secuestrada su vida por la delincuencia, el narco o la violencia”. En este sentido, señaló que el nuevo gabinete tiene “especialmente encomendada” a la tarea de “recuperar” espacios públicos con alta presencia de grupos criminales. “Sin dejar de lado las reformas estructurales”, también detalló como principales problemáticas “el alza del costo de la vida” de los chilenos, el sistema de salud y el desempleo.
A pesar de esto, Boric recordó: “este gabinete hace suyo el mandato del cambio, de trasformación, por el cual llegamos a La Moneda, y en eso ni un paso atrás. No se puede gobernar con superficialidad”, subrayó.
Como parte de los cambios en el gabinete, Carolina Toha, del Partido por la Democracia (parte del Socialismo Democrático) ocupará el lugar de Izkia Siches al frente del Ministerio del Interior, mientras que la socialista Ana Lya Uriarte será la nueva titular de la Secretaría de Presidencia, en remplazo de Georgio Jackson, quien pasará al Ministerio de Desarrollo Social.
El mandatario tuvo que dar marcha atrás con uno de los cambios previstos, la designación del comunista Nicolás Cataldo como subsecretario del Interior, ya que esta fue fuertemente cuestionada por la oposición, que amenazó con no concurrir esta tarde a un encuentro con el presidente para dialogar sobre el reinicio del proceso constitucional.