La inflación en el conjunto de los países de la OCDE mermó en julio último por primera vez desde noviembre de 2020, al situarse en 10,2 por ciento anual. Esto implica una décima menos que el dato que marcó en junio, que fue de 10,3 por ciento, que representó un récord desde 1988. La leve desaceleración de los precios se explica especialmente por la merma en la inflación energética, que cayó de 40,7 en junio a 35,3 por ciento anual en julio. No obstante, el dato esconde panoramas disimiles: si bien la inflación anual cayó media décima o más en Canadá, Grecia, Luxemburgo y Estados Unidos, el número de países con números de doble dígito pasó de 13 a 15, al incorporarse Colombia (10,2 por ciento) y Países Bajos (10,3 por ciento) a ese conjunto.