Hoy se llevará adelante un homenaje, con proyección y presentación de la obra de Francisco Contino, un reconocido ornitólogo, investigador y dibujante que trabajó en la preservación y difusión de distintas especies de aves del noroeste argentino. En el evento se presentarán tres películas de su autoría que fueron digitalizadas: El picaflor de cola larga, Aves altoandinas y Nuestros aliados los pájaros.
Estas obras fueron filmadas entre las décadas del 60 y 70 en diferentes zonas del noroeste, con el objetivo de estudiar y difundir las aves de la región. El naturalista contribuyó al descubrimiento de nuevas aves, por lo que se decidió realizar la actividad homenaje en el Día del Colibrí, destacando su vida dedicada a la naturaleza.
El homenaje se realizará hoy desde las 18.30, en la Biblioteca Provincial de la ciudad de Salta. Contará con la exposición de Diego Ortiz, docente de la Facultad de Ciencias Naturales y del Instituto Miguel Lello de la Universidad Nacional de Tucumán, quien viene haciendo una recopilación de la vida de Contino. Esto se debe a que no existen reseñas o relatos que permitan conocer el aporte social y científico que el naturalista realizó al país.
Contino nació en 1923 en Tucumán, y falleció en Salta en 1983. "Fue un naturalista", lo describió Ortiz, destacando el profundo interés que el investigador fue cultivando por la naturaleza, aún sin haber tenido una formación académica. Incluso algunos relatos indican que sólo cursó hasta el tercer grado de la primaria.
De chico Contino se mudó a Yuto, ubicado en el departamento de Ledesma (Jujuy). Allí trabajó de aserrador, labor que heredó de su padre, lo que resultó ser el primer acercamiento que tuvo con la naturaleza. Según Ortiz, el naturalista empezó a atrapar aves, las disecaba y las dibujaba. Las hacía "casi reales en relación al tamaño y comportamiento de los animales".
De Yuto, Contino se fue a Salta, donde se presentó a un concurso público de la Universidad Nacional y empezó a dar clases en la Facultad de Ciencias Naturales. Desde allí, publicó varios trabajos científicos, en los que dio a conocer nuevas aves de la fauna del norte argentino. Además, escribió dos libros: Elementos de las rapaces del norte argentino y Aves del noroeste argentino. "Estos libros tienen láminas hechas por él mismo", agregó Ortiz.
No obstante, no pudo mantenerse en el cargo docente. "Alguien decidió que Contino no podía seguir ahí porque decían que el trabajo que hacía no era académico", relató a Salta/12 Jorge López, compañero de trabajo de Francisco. Fue entonces que una persona le sugirió a Contino que trabajase con López. Se conocieron y, desde allí, pudieron desplegar un gran caudal de material.
Lopez donó un gran volumen de piezas documentales a la mediateca que se está construyendo en la Biblioteca Provincial de Salta, a cargo de Ana Soler. Entre las donaciones fue una película de Contino. Esto fue el desecadenante para que después se emprendiera un homenaje al naturalista.
"Francisco no sólo no era un académico que estudiaba biología, sino que siempre fue un interesado en los pájaros. Él se empezó a acercar a la gente que sabía y estudió y caminó", subrayó López. No sólo dibujaba, sino que también hacía fotografías, hasta que se metió de lleno en el registro documental. "Descubrió que podía hacer películas y las hizo, con lo costoso que era hacerlas en los 80", agregó.
López, quien colaboró en la realización de varias piezas, contó que la película Picaflor de cola larga, tuvo la colaboración de Jorge Preloran, referente del cine etnográfico. Las otras dos piezas que fueron digitalizadas (Aves altoandinas y Nuestro aliados los paájaros) cuentan con la locución de Ignacio Esteban.
"Yo creo que Contino era un bohemio. No tenía explicaciones para lo que él hacía, pero lo hacía", expresó su compañero, al tiempo que valoró que se realice el homenaje, destacando la labor de la mediateca en la determinación de emprender la recopilación de la obra de Contino.
Manifestó que su amigo "siempre pensó en la conservación de las aves, y (los documentales) los hacía para que la gente empiece a amarlas y cuidar la naturaleza". El homenaje y la proyección fue posible a través del trabajo articulado del Archivo Histórico de Salta, el Museo de la UNSa, el proyecto de cultura científica Takideus y la Reserva Experimental Horco Molle, de la Universidad Nacional de Tucumán.