Ayer la Cámara de Diputados de Salta dio tratamiento al proyecto para repudiar el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner. En medio de las manifestaciones la diputada por Orán, Ramona Riquelme (Partido Igualar), hizo una defensa a la democracia y de la vicepresidenta de la Nación. Entonces, para graficar la importancia de un estado democrático, habló de su experiencia en la última dictadura.
Al inicio de su exposición, Riquelme, de 65 años, recordó su paso por la militancia en el justicialismo y reafirmó que sigue "teniendo ese derecho y moral del bien". En ese sentido, se preguntó: "¿cuántos hoy se alegran de que quieren matar a la vicepresidenta de la República y romper la paz social?", y continuó: "ni siquiera la pandemia que hemos vivido la temporada pasada se compara con lo que se vivía antes en los gobiernos de facto".
Riquelme empezó a militar en el peronismo siendo una adolescente de 16 años. Su acercamiento se dio por un novio de aquel entonces. Incluso, fue a recibir a Juan Domingo Perón a Ezeiza y también, estuvo presente en el histórico acto del 1° de mayo de 1974, en el cual Perón expulsó de la Plaza de Mayo a militantes de Montoneros.
Ayer la legisladora recordó que durante el terrorismo de Estado, "no éramos dignos de expresarnos como hoy se expresan". Aseguró que los mensajes de odio que circulan por medios de comunicación y redes sociales no se dan en el marco de la libertad sino de un libertinaje, pues priman "los insultos, la falta de ética y la falta de respeto".
En ese sentido, se dirigió a los legisladores más jóvenes y les dijo que no conocieron lo que "era verdaderamente la guerra social".
Reafirmando su respaldo a la vicepresidenta, aseguró que su apoyo se vio impulsado por la defensa de las mujeres. Y también, por la militancia que acarrea desde muy joven. Fue entonces que se animó a contar un suceso de su vida privada y confesó: "Me tuve que casar con un militar para poder salvar mi vida".
"No sé si algunos de ustedes podrán decir lo mismo, pero aquí digo que llegué a esta bancada, no porque me trajo un político", en referencia a la militancia peronista con la que se identifica desde adolescente.
Afirmó que de no haberse casado, hubiera desaparecido como sus compañeros Sergio Copa, secuestrado y desaparecido el 2 de septiembre de 1976, y Luis Alberto Vuistaz, desaparecido el 10 de octubre de 1976.
A fines de enero de este año la legisladora contó en declaraciones a Radio Nacional Salta como llegó a casarse con un militar. Detalló que años antes de que eso suceda, militaba fuertemente en el peronismo en compañía de su novio.
Recordó que aquel 1 de mayo de 1974, luego de que Perón los echara de la Plaza de Mayo, se fueron a la Facultad de Derecho, pero los detuvieron. "Estuvimos presos un día y nos largaron", relató.
Luego, a meses de haberse iniciado el último golpe cívico militar en 1976, desapareció un profesor que vivía apenas a unos 25 metros de su casa en Orán. Para el 3 de septiembre de 1976, desapareció su amigo Mario Luna. Fue entonces que su mamá se alertó y actuó.
"Justo pasó un vecino mío que se llamaba Cacho, era gendarme. Mi mamá me dijo: 'te vas a tener que casar (con él)'". Luego de esas palabras, su madre los emparejó. Según Riquelme, esa acción le salvó la vida porque "esa noche lo mataron a Sergio Copa y se lo llevaron a Vuistaz". "Venían por mí, pero se lo llevaron a mi novio", contó.
Por ello, la diputada sostuvo que se casó con un gendarme para mantenerse con vida. "Fui una víctima más, parí 5 hijos con ese gendarme", relató. Luego de haber convivido con el hombre, un día le dijo: "Cacho te agradezco por la vida, pero no te quiero".
Desde entonces, Riquelme contó que se hizo cargo de sus hijos sin pedirle mantenimiento al padre de sus hijos. En la actualidad, la hija mayor tiene 40 años.