“Tres minutos para hacer historia”, escribió hace un año poco antes de la medianoche el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Su euforia se debía que desde ese día su país se convertiría en el único que tiene una criptomoneda -la Bitcoin- como medio legal de intercambio junto al dólar.

Doce meses después de iniciado este experimento, las primeras conclusiones son que “fracasó” y le ha generado pérdidas a las arcas del Estado.

La Ley Bitcoin, con solo 16 artículos, determina que el tipo de cambio entre Bitcoin y el dólar estadounidense "será establecido libremente por el mercado". El Bitcoin es un tipo de criptomoneda, es digital y utiliza un cifrado criptográfico para garantizar su seguridad.

Desde el inicio de la experiencia hubo voces que advirtieron sobre los problemas que trae este tipo de medidas. La iniciativa fue criticada por organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial. El Banco Popular de China emitió una declaración a fines de setiembre del año pasado en la que considera que toda actividad vinculada con las criptomonedas, incluyendo las transacciones, el minado y su publicidad, es "ilegal y delictiva".

La relación Bitcoin y dólar es “altamente volátil”, advirtió a su vez la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social.

Los economistas Steve H. Hancke (de la Johns Hopkins University de Baltimore) y Caleb Hofmann (del Johns Hopkins Institute), afirmaron la semana pasada que el “experimento” de Bukele tiene un solo “veredicto” y es que “fracasó”.

“Se basó en falsas promesas de principio a fin. Un fracaso total”, escribieron en un artículo publicado el jueves 1º en la revista National Review.

Explicaron que desde que El Salvador ingresó en el mercado de las criptomonedas, Bukele utilizó unos 100 millones de dólares del Tesoro para comprar 2382 Bitcoins, que a la fecha valen 48 millones de dólares.

Señalaron además, que en los últimos seis meses, las calificadoras de riesgo Moody's, S&P y Fitch “han rebajado la calificación de la deuda soberana de El Salvador, situándola en territorio especulativo”. El Salvador es uno de los países de América Latina con mayor probabilidad de impago de su deuda, evaluó Bloomberg Economics.

A mediados de junio, cuando se produjo un desplome del 14% del valor del Bitcoin, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, sostuvo que el país “no ha tenido pérdidas” por esto. “Lo he dicho reiteradamente, una supuesta pérdida de 40 millones de dólares no se ha dado porque no hemos vendido las monedas", aseguró Zelaya.

“Veo que algunas personas están preocupadas o ansiosas por el precio del Bitcoin en el mercado”, escribió en junio de este año Bukele. El mandatario sugirió dejar de ver la gráfica y disfrutar de la vida, porque si invirtieron en una criptomoneda la inversión es “segura y su valor crecerá muchísimo”.

Poco uso

Para fomentar el uso de la criptomoneda entre la población, el gobierno de Bukele le regaló el equivalente a 30 dólares en bitcoins a cada salvadoreño para incentivar el uso de la herramienta.

La aplicación -la Chivo Wallet- fue bajada por miles de salvadoreños en sus celulares pero la utilizaron básicamente para gastar esos 30 dólares en alimentos.

El diario El Salvador, citó este miércoles un informe de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos que, en asociación con la empresa Cid Gallup, realizó una encuesta que mostró que solo el 20% de los salvadoreños continuaba usando la Chivo Wallet. Además, en los primeros meses de 2022, nadie bajó la aplicación.

Una de los beneficios que Bukele destacó para implementar esta medida era que permitriía el envío de remesas desde el exterior sin pagar comisiones. Según los datos del Banco Central de Reserva solo el el 1,8% de todas las remesas que entraron al país lo hicieron vía el Bitcoin.

Críticas

A nivel político, la oposición evaluó de manera negativa este primer año de la vigencia del sistema. El diputado de Nuestro Tiempo Johnny Wright dijo al diario El Salvador que "un año más tarde” están “más endeudados".

El también diputado opositor René Portillo (Arena), afirmó que es evidente que "el Bitcoin ha sido un fracaso" y planteó que el dinero gastado se podría haber utilizado para los hospitales, escuelas y reperación de caminos.

Del lado de los aliados de Bukele, el diputado Guillermo Gallegos (Gana), dijo que el principal beneficio de esta iniciativa es que "nos ha abierto las puertas a inversionistas extranjeros que manejen este tipo de monedas".