Luego de liderar por la mañana en Brasilia el acto oficial de conmemoración por el bicentenario de la independencia del país, el presidente Jair Bolsonaro viajó a Río de Janeiro donde habló ante miles de seguidores en la playa de Copacabana y exaltó el riesgo de que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, al que llamó "ladrón" y "pandillero", regrese al poder.

"No soy muy educado, hablo blasfemias, pero no soy un ladrón (...) Comparen Brasil con Argentina, Venezuela y Nicaragua. Son amigos del pandillero de nueve dedos que se presenta a las elecciones. Ese tipo de gente hay que extirparla de la vida pública, tendremos un gobierno mucho mejor con nuestra elección, con la gracia de Dios", dijo.

"¡Lula, ladrón, tu lugar es la prisión!", gritó la multitud sobre el exmandatario que estuvo preso 580 días en el marco de la operación Lava Jato, pero fue liberado luego de que su condena fuera anulada por la Corte Suprema.

Tras los ataques al expresidente, favorito para ganar las elecciones del 2 de octubre, Bolsonaro se dedicó a elogiar su propio gobierno. Dijo que Brasil es una referencia para todo el mundo y tiene "una política exterior sin igual", resaltó números positivos para la economía, sin mencionar ninguno, y aseguró que el país está "despegando" bajo su gestión.

No obstante, desconoció la creciente situación de hambre en el país y dijo que Brasil garantiza "la seguridad alimentaria de 1000 millones de personas en todo el mundo". También aseguró que estaba en contra de la legalización del aborto y alzó la voz para decir: "El Estado es laico, pero su presidente es cristiano".

Bolsonaro llegó a la ceremonia en Copacabana alrededor de las 15 horas luego de participar en un paseo en moto por las calles de Río de Janeiro. 

Actos en Brasilia

Por la mañana, en Brasilia, el presidente acompañó el desfile cívico-militar y luego se dirigió a los simpatizantes en la Esplanada dos Ministérios de la sede de gobierno. Ahí, llamó a sus simpatizantes a salir vestidos de verde y amarillo durante la jornada de este miércoles y aseguró que está en juego la libertad y el futuro de la población.

"El pueblo brasileño hoy sale a la calle para celebrar 200 años de independencia y una eternidad de libertad. Lo que está en juego es nuestra libertad y nuestro futuro. La población sabe que es la que guía nuestras decisiones", expresó el mandatario.

"Todo Brasil, salga a la calle. Aún es tiempo, en verde y amarillo, color de nuestra bandera, de festejar y festejar la tierra donde vivimos, una tierra prometida, que en realidad es un gran paraíso. Nadie tiene lo que tenemos", dijo el presidente y añadió el lema de su campaña en 2018: "Brasil sobre todo y Dios sobre todo".

Si bien no pidió el voto a los presentes, los invitó a hacer cambiar de opinión a aquellos que tengan en mente apostar por otro candidato. "La voluntad del pueblo se hará presente el 2 de octubre. Votemos todos, convenzamos a los que piensan diferente a nosotros, convezámoslos de lo que es mejor para nuestro Brasil", dijo.

Previo al desfile militar, Bolsonaro participó de un desayuno con ministros y comandantes de las Fuerzas Armadas, donde aseguró que "la historia puede repetirse", y se refirió a momentos del país como el golpe militar de 1964.

"Ciertamente, pasamos por momentos difíciles, la historia nos lo muestra: 22, 35, 64, 16 y 18. Ahora en 22. Una historia podría repetirse. El bien venciendo al mal", sostuvo el presidente. "Estamos aquí porque creemos en nuestra gente y nuestra gente cree en Dios", afirmó. El mandatario, además, llamó a luchar por el país y la libertad.

Por su parte, Lula lamentó el tono que se le da desde el gobierno a la jornada del bicentenario del país.

“200 años de independencia hoy. El 7 de septiembre debe ser un día de amor y unión para Brasil. Desafortunadamente, este no es el caso hoy. Tengo fe en que Brasil recuperará su bandera, soberanía y democracia”, publicó Lula en su cuenta de Twitter.

En la misma publicación, el expresidente compartió un video que reúne escenas de actos del Partido de los Trabajadores realizados este año, en los que se cantan fragmentos del himno nacional.