En la Ciénaga de Zapata, en Cuba, científicos de la isla buscan salvar la especie de cocodrilo más rara del mundo -los cocodrilos cubanos-, que solo se encuentran en ese país y están en grave peligro de extinción, a causa de los cazadores ilegales.

Los cocodrilos cubanos son una especie endémica que se encuentra en la isla. Se encuentra en la Ciénaga de Zapata, donde ocupa un área de unos 300 km, y en el pantano de Lanier de la isla de Juventud, en el que se han soltado varios cientos de ejemplares dentro de un programa de repoblación que se inició en 1994.

Es una especie de saurópsido crocodilio de la familia Crocodylidae., una de las más pequeñas del género, rara vez alcanza más de 3,5 metros de largo, teniendo el hábitat más restringido, que otros cocodrilos. Se los considera en peligro crítico de extinción y tienen el más pequeño rango conocido que cualquier especie viva de cocodrilo, según los científicos. Se estima que alrededor de 4.000 de estos reptiles siguen viviendo en la naturaleza.

El investigador Etián Pérez, en estos días, puso en libertad a una cría de estos pequeños cocodrilos que habían sido confiscados para retornarlos a la naturaleza: "Es una pequeña victoria en una gran batalla", dijo. 

"El objetivo es incrementar el rango de distribución e incrementar el número de cocodrilos cubanos en vida libre. Estamos tratando de traerlos de vuelta desde el borde de la extinción", agregó Pérez. 

El gobierno financia la cría de estos cocodrilos

El Gobierno cubano impulsó hace décadas el financiamiento de un programa de criadero de cocodrilos que anualmente lanza varios cientos de estos reptiles a la naturaleza. La caza ilegal e hibridación con cocodrilos americanos han amenazado durante décadas a las poblaciones en la Ciénaga de Zapata, a unos 150 kilómetros al sur de La Habana.

A pesar de que el gobierno cubano protegió casi la totalidad del pantano -considerado como el mejor conservado en el Caribe- eso puede no ser suficiente, según expertos. "Cuando comparas el cocodrilo cubano con otras especies en mundo, su casa es muy pequeña", explica Gustavo Sosa, un veterinario cubano y especialista de la Ciénaga de Zapata.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que enumeró a la especie como en peligro crítico en 2008, sostiene que su evaluación y estimaciones de población necesitan ser actualizadas. 

Si bien la venta de carne de cocodrilo en Cuba está estrictamente controlada por el Estado y solo están permitidos comer en restoranes aquellos cocodrilos con defectos físicos o genética híbrida.

Sin embargo, todavía se puede encontrar un mercado ilegal en algunas áreas, particularmente alrededor del pantano.

Hasta mediados del siglo XIX, se distribuían ampliamente por la isla de Cuba. Sin embargo, en la actualidad su distribución  es la más pequeña de todos los cocodrilos. 

Sus hábitos terrestres condicionan su dieta, que incluye una amplia variedad de presas que van desde invertebrados, como crustáceos o moluscos, a vertebrados como peces, reptiles, aves y mamíferos; entre estos últimos, la presa típica es la jutía de Zapata (Capromys pilorides), que es un roedor muy abundante en la zona. 

Los quelonios también son comunes en su dieta, por ello los dientes en la parte posterior de la boca son más anchos que los del frente, lo que podría ser una adaptación para aplastar a las conchas de tortuga.