Tras cuatro meses de retraso, la empresa Bridgestone notificó a sus 1.550 operarios que pagará la segunda cuota del bono de participación en las ganancias. De esta manera, los trabajadores terminarán de cobrar los 990 mil pesos que les corresponden para este año por una cláusula negociada en 2001. El caso reaviva el debate acerca de la necesidad de avanzar en herramientas que garanticen la participación de los trabajadores en las ganancias.
Gracias a la recuperación que muestran los números de la industria, la fabricante de neumáticos japonesa tuvo ganancias por encima del 6 por ciento durante el año fiscal 2021 y este hecho activó la cláusula del Convenio Colectivo de Trabajo negociada en 2001 que establece que toda utilidad que supere el 6 por ciento de excedente de la ganancia neta libre de impuestos se debe distribuir un tercio entre las y los trabajadores, un tercio en bienes de capital para mejorar la producción y otro tercio para el desarrollo proveedores.
El primer pago, de 365 mil pesos, se realizó en febrero. Los trabajadores deberían haber cobrado la segunda parte del bono, de 625 mil pesos, a fines de mayo de este año. El retraso se lo adjudica la empresa a un conflicto con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) que encabeza Alejandro Crespo: en febrero, Bridgestone cometió un error y, además del bono a cada trabajador, pagó al Sutna y a la Obra Social correspondiente lo retenido por cuota sindical y aportes.
La suma no correspondía porque el bono es no remunerativo y, al reclamar la devolución, Sutna se negó a devolverlo y ofreció un plan de cuotas sin intereses. Este conflicto retrasó la ejecución de la segunda y última cuota del bono que finalmente se anunció esta semana a pesar de que el sindicato aún no realizó la devolución del pago que hizo la empresa por error. Pedro Wasiejko, ex titular del Sutna al momento de la negociación de la cláusula que hoy permite a los trabajadores participar de las ganancias de la empresa, criticó a la conducción del gremio que "está obligando a los trabajadores del sector a mantener un conflicto con las empresas por cuestiones político partidarias vinculadas con el Partido Obrero y que está poniendo en riesgo no sólo los ingresos sino también los puestos laborales”.
Los trabajadores y las ganancias
La participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas está contemplada en el artículo 14 bis de la Constitución. Sin embargo, la cláusula acordada entre Bridgestone y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) en 2001 es novedosa en el país.
Wasiejko sostuvo que “no se explica que se siga demorando la discusión en el Congreso de un proyecto que otorgue este derecho que está en la Constitución a las y los trabajadores". Comparte datos de la CELAG, que indican que de forma acumulada entre 2016-2021, la masa salarial en la economía creció 335 por ciento, mientras que los precios subieron 474 por ciento y los beneficios empresariales 523 por ciento. Entre 2020 y 2021 la masa salarial aumentó 42 por ciento, los precios escalaron 52 por ciento y la ganancia empresarial 75 por ciento. "Es indispensable que desde el Estado se tomen medidas que permitan una distribución más justa de los ingresos en un contexto de altísima inflación y fuerte deterioro de los ingresos de las y los trabajadores”, aseguró.
La experiencia más cercana en Argentina es el caso de los bancarios, que cobran un adicional atado a las utilidades promedio de los bancos. En Argentina el ex diputado nacional Héctor Recalde presentó más de 20 proyectos de ley en este sentido, que en general no prosperaron en el recinto, ya que hace falta una voluntad política del bloque para hacerlo avanzar. El ex diputado instaló este debate en el 2010 intentando sentar posición y definir la perspectiva del peronismo como espacio político. Sin embargo, el único proyecto que consiguió la media sanción en diputados fue el derecho al bono de participación en las ganancias de las empresas de telefonía.
Cómo fue la negociación
En plena crisis del 2001, con el antecedente de Goodyear y otras tantas empresas más allá del sector neumáticos yéndose del país, Bridgestone plantea la necesidad de reducción de personal. La japonesa pagaba salarios un 40 por ciento por encima de otras empresas de neumáticos como Pirelli o Fate y, tras la instalación de Toyota en Argentina, la intención de quedarse en el país era estratégica a nivel global como proveedora de la automotriz japonesa.
Pedro Wasiejko lo sabía y usó esa carta para negociar: "Cuando lo planteé en la asamblea ni yo mismo lo creía, pero lo defendí con garra. Estaba como una flor en el acuerdo y pasó", explica orgullosoa PáginaI12. La negociación implicó que los trabajadores pierdan un 13 por ciento del salario de bolsillo a cambio de la participación en las ganancias cuando las mismas fueran por encima del 6 por ciento libre de impuestos. En ese entonces consiguió además el pago de una doble indemnización para los o las trabajadores que no acepten la reducción del 13 por ciento y decidan irse de la empresa, y una indemnización parcial para compensar la pérdida de quienes se quedaban.
La cláusula comenzó a regir en ese momento y fue incorporada formalmente en el Convenio Colectivo de Trabajo en 2006 y ratificada ante cada renovación. En los veinte años desde su vigencia, la cláusula se activó seis veces. La más importante fue en 2004 cuando, como resultado de la recuperación de la economía, los trabajadores cobraron 9 veces su sueldo: 17.000 pesos gracias a la ganancia de la empresa, cuando el sueldo promedio era de 1.800, aún por encima del de la economía en general que era de alrededor de 1.000.