Padres y madres de la comunidad La Esperanza, de la jurisdicción de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, decidieron levantar la toma de la escuela de ese paraje, y ayer se reiniciaron las clases que se habían suspendido el 18 de agosto.
La protesta se llevaba a cabo en reclamo de la construcción de un pozo para la provisión de agua en la comunidad educativa.
El levantamiento de la medida fue confirmado a Salta/12 por Magdalena Jaimes, una de las mujeres que se encontraba en la protesta. Jaimes contó que se firmó un acuerdo tras la intervención de Rubén Figueroa, coordinador del Ministerio de Educación, quien estuvo en el paraje ubicado en el Chaco salteño.
“Mañana (por hoy) está entrando el camión con los materiales para la refacción de la escuela y el lunes 12 comienza la refacción”, sostuvo. Añadió que en la reunión que mantuvo el miércoles con los manifestantes, Figueroa se comprometió a volver para el inicio de las obras de excavación del pozo en octubre próximo.
Por el momento, el agua es abastecida a través de camiones cisterna que se envían por gestión de la Delegación de Asuntos Indígenas a cargo de Marcelo Córdova.
Este es el cuarto año que la comunidad de La Esperanza reclama por un pozo de agua propio para la Escuela N° 4602 “Pedro Alfonso Tejerina”. La escuela, que ya cumple siete décadas, alberga a unos 50 niños y niñas de comunidades indígenas y criollas.
La sequía, que afecta a la ecorregión, complica la posibilidad de contar con el recurso que, en caso de emergencia, es abastecido por una vecina de la escuela que cuenta con “agua buena”. Sucede que en la zona los niveles de arsénico son altos y el agua que sale de pozos someros suele ser salada.