Desde Brasilia
Johnny Bravo presidente de Brasil. Emulando a ese personaje apolíneo de los dibujos animados, Jair Bolsonaro aclamó ante sus seguidores tener un desempeño sexual infalible. "Soy imbrochavel, imbrochavel, imbrochavel" aseguró. Ese vocablo popular, inexistente en el diccionario, refiere a un tipo de hombre que tiene un pene que "nunca está fláxido", según la traducción publicada en el diario The New York Times, que publicó un artículo donde se menciona la autoestima sexual del mandatario de extrema derecha.
La frase fue dicha el miércoles durante uno de los momentos más mencionados en las redes sociales sobre los actos por el día del Bicentenario de la Independencia en los que decenas de miles de personas se volcaron al centro de Brasilia para asistir a un desfile cívico militar y a concentraciones proselitistas con vistas a los comicios del 2 de octubre.
En ese mismo discurso el candidato a la reelección por el Partido Liberal (PL) afirmó que su esposa Michelle es una "princesa" y la comparó con la socióloga Rosangela "Janja" da Silva, esposa del expresdente Luiz Inácio Lula da Silva, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a quien todas las encuestas dan como favorito. La mención a "Janja" estuvo marcada por un tono despectivo.
"Sexualidad tóxica"
En más de una ocasión Bolsonaro se ha comparado al personaje Johnny Bravo y ha dado rienda suelta a un machismo y una misoginia que de tan exagerados parecen haber sido extraídos del guión de una caricatura. Ese discurso le valió la simpatía del electorado de ultraderecha y de la mayoría de los pastores evangélicos. Silas Malafaia, uno de los líderes de esa corriente religiosa, estaba el miércoles junto al presidente cuando éste habló de su virilidad invicta.
Claro que estos desbordes verbales y los casi cuatro años de gobierno declaradamente antifeminista le han costado el rechazo del grueso de las electoras, tal como lo indican prácticamente todos los sondeos de opinión. Y es que uno de los bastiones más irreductibles del antibolsonarismo está en el movimiento feminista, el cual le plantó cara desde la campaña electoral de 2018 organizando marchas multitudinarias con el lema "él (Bolsonaro) no", consigna de la que se hicieron eco estrellas internacionales como Madonna.
La candidata presidencial Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) fue categórica al momento de comentar la frase sexista expresada por el presidente este miércoles: "Bolsonaro demostró una vez más todo su desprecio por las mujeres y su masculinidad tóxica e infantil, como brasileña debo decir que me siento avergonzada".
Periodistas mujeres
La candidata conservadora Tebet protagonizó un cruce fuerte con el mandatario hace dos semanas durante el primer debate televisivo en el que tomaron parte todos los aspirantes a a la presidencia. Fue allí donde le preguntó: "Bolsonaro, ¿por qué usted le tiene tanta rabia a las mujeres"? En ese mismo programa el excapitán insultó a la periodista Vera Magalhaes y dio entender que ella debería tener alguna fantasía erótica con él.
Pocos días después, el lunes pasado, volvió a la carga, ahora contra la periodista Amanda Klein. Ante una indagación picante sobre corrupción, el presidente perdió los estribos haciendo un comentario machista sobre la relación que la reportera tiene con su marido.
Juicio político
Las expresiones misóginas, así como la manipulación de las actividades del 7 de setiembre, pueden traer consecuencias negativas a un gobernante que parece dispuesto a cualquier tipo de maniobra para recuperar terreno en las encuestas y aproximarse a Lula da Silva.
El senador Jean Paul Prates, del Partido de los Trabajadores, presentó este jueves un pedido de juicio político contra el mandatario por su actuación en el desfile militar y los discursos pronunciados en Brasilia y también en Río de Janeiro durante el Día de la Independencia.
En su denuncia el legislador recordó que el miércoles Bolsonaro hizo "declaraciones machistas y misóginas", amenazó con "extinguir" a la oposición e insinuó dar apoyo a un futuro golpe de estado al declarar que las historia "se puede repetir", aludiendo a 1964, año en el que fue depuesto el presidente electo Joao Goulart.
Es difícil que este pedido de juicio político prospere en Diputados, donde se debe tramitar, ya que en esa cámara hay una mayoría oficialista gracias a la cual fueron archivadas más de 120 iniciativas similares.
A la vez el Partido Democrático Trabalhista (PDT), de centroizquierda, ingresó un recurso ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) exigiendo la impugnación de la candidatura de Bolsonaro, a quien le imputa "abuso de poder" por haber usado recursos del estado con fines proselitistas y haber violado el principio de igualdad que debe regir entre todos los candidatos.
Esa acción puede traer consecuencias en el mediano plazo, porque si bien no se espera que el TSE se expida antes de la votación de octubre, una condena podría impedir que el mandatario se presente en futuras elecciones.