Son 75 mil 942 personas las que debieron desplazarse internamente entre 2016 y 2021, en su mayoría mujeres con hijxs y familiares, para huir de diferentes formas de violencias en México. Según datos de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), representan un promedio diario de 38 personas que abandonan sus lugares de origen, con al menos dos episodios masivos por mes.
La alarma se extiende a unos 15 estados, aunque el 91% de los casos y el 97% de la población afectada se concentran en los territorios de Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Sinaloa, “que en su totalidad representan el 21 por ciento de la población nacional”, precisa el diario Tlachinollan.
Con sabor amargo concluye hoy su primera visita oficial la relatora especial sobre los Derechos Humanos de los Desplazados Internos de las Naciones Unidas (ONU), Cecilia Jiménez-Damary, quien mantuvo reuniones con referentxs de organizaciones sociales y funcionarixs federales y locales, y acaso pudo escuchar a víctimas del desplazamiento forzado que nunca habían sido recibidas por las autoridades. “Lo dramático es que se ha dejado en total abandono e indefensión a decenas de familias que han tenido que huir de sus hogares y comunidades, a causa de los conflictos agrarios, religiosos y políticos”, advierte el informe periodístico. “Se tiene que intervenir de manera integral para evitar que el tejido comunitario se siga desgarrando y sangrando.”