El director general del OIEA, Rafael Grossi, hizo este viernes una advertencia sobre un posible accidente en la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia, después de que un bombardeo cortara este jueves la conexión eléctrica exterior con la central.
Grossi, se mostró firme al solicitar el cese de los bombardeos en torno a la central nuclear de Zaporiyia y que se debe acordar inmediatamente una zona de protección y seguridad nuclear, en un video que vino acompañado de un comunicado escrito. "Por el aumento y la continuidad de los bombardeos, hay pocas probabilidades de restablecer un suministro fiable de energía fuera de las instalaciones de la central atómica", aseguró el responsable del Organismo Internacional de Energía (OIEA), la agencia nuclear de la ONU, quien calificó la situación como completamente inaceptable.
"Este dramático acontecimiento demuestra la absoluta necesidad de establecer ya una zona de protección de la seguridad nuclear. Es la única manera de garantizar que no nos enfrentemos a un accidente nuclear", concluye Grossi su comunicado escrito, que viene acompañado por un videomensaje. "Una central nuclear nunca debe ser un instrumento de guerra. Su destino no debe decidirse por medios militares. Las consecuencias de acciones así son demasiado graves. El OIEA está en la central nuclear de Zaporiyia y puede facilitar la implantación de la zona. No hay tiempo que perder", señaló.
La OIEA tiene desde el inicio de la semana a dos de sus expertos situados en la planta ucraniana, que informan al organismo sobre lo que sucede allí. Según Grossi, la infraestructura eléctrica que alimenta a la ciudad ucraniana de Enerhodar, donde viven los operadores de la central nuclear y sus familias, fue destruida por el bombardeo de la central térmica de la ciudad, lo que provocó un apagón total en Enerhodar. “Como resultado, el OIEA entiende que el operador, al no tener ya confianza en el restablecimiento de la energía externa, está considerando cerrar el único reactor que queda en funcionamiento", advierte el director general.
Según el OIEA, la central dependería, en ese caso, por completo de los generadores diésel de emergencia para garantizar las funciones vitales de seguridad y protección nuclear. Como consecuencia, se agrega en la nota de Grossi, el operador no podría volver a poner en marcha los reactores a menos que se restablezca de forma fiable la energía fuera del lugar.
Por otra parte, Grossi advierte que los miles empleados de la planta que viven en Enerhodar se exponen a malas condiciones que hacen que aumente el riesgo de que se vea afectada la disponibilidad del personal esencial para seguir operando la central de forma segura. "Se trata de una situación insostenible y cada vez más precaria. Enerhodar se quedó a oscuras. La central no tiene energía externa. Y hemos visto que una vez que se repara la infraestructura, se vuelve a dañar", advirtió Grossi.
"Por lo tanto, pido urgentemente el cese inmediato de todos los bombardeos en toda la zona", exigió. "Sólo así se podrá garantizar la seguridad del personal operativo y permitir el restablecimiento duradero de la energía en Enerhodar y en la central eléctrica", aseguró Grossi, quien no identificó a los autores de los bombardeos.
El ejército ruso ocupa desde el 4 de marzo la planta de Zaporiyia, la más grande de Europa, con seis reactores y unos diez mil empleados que la operan, y desde hace meses Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de los ataques en torno a la central.
Contraataque y refuerzos
Mientras tanto el ejército ruso anunció este viernes que envió refuerzos hacia la región ucraniana de Járkov, después de que Ucrania señalara avances en su contraofensiva en esa parte del país, fronteriza con Rusia. El presidente Volodimir Zelenski aseguró que el ejército ucraniano prosigue su contraofensiva y que ya recuperó treinta localidades del noreste.
Ante las noticias sobre el avance ucraniano y sin comentar las acciones del enemigo, el Ministerio de Defensa ruso difundió este viernes imágenes del traslado de tropas rusas a la dirección de Járkov. En tres videos de Defensa se aprecian convoyes de blindados, camiones y equipos especiales que se dirigen presuntamente a este frente.
Entre los refuerzos enviados también se pueden ver sistemas de lanzamiento de misiles rusos Uragán. De acuerdo con el canal de televisión pública Rossía-24, helicópteros Mi-26 llevaron además tropas y equipos adicionales a las localidades de Kupiansk e Izium. El Kremlin, a su vez, evitó este viernes comentar sobre la contraofensiva ucraniana y redirigió esa pregunta al Ministerio ruso de Defensa.
Este jueves, las autoridades ucranianas habían informado de la reconquista de la ciudad de Balaklia y de un avance territorial de mil kilómetros. Un responsable de la administración de ocupación rusa en la región, Vitali Ganchov, afirmó en la televisión que combates, que calificó como encarnizados, se libraban en torno a la ciudad de Balaklia.
"Ya no controlamos Balaklia. Hay intentos para desalojar a los fuerzas ucranianas, pero los combates son encarnizados y nuestras tropas permanecen en los alrededores", afirmó. Según Ganchov, también se libran combates cerca de la localidad de Shevchenkove, igualmente en la región de Járkov. "Ahí también las fuerzas armadas ucranianas intentan romper las defensas. Se han enviado hacia allá refuerzos de Rusia, nuestras tropas están replicando" afirmó.
Járkov, capital de la región homónima y segunda ciudad de Ucrania (después de la capital, Kiev), se halla muy cerca de la frontera con Rusia y estuvo en la línea de frente desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.