Alberto Fernández asistirá este sábado con gran parte su gabinete a la “Misa por la paz y la fraternidad de los argentinos” que se realizará a partir de las 13 en la basílica de Luján, con el propósito de “reencauzar la convivencia democrática” tras el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Un día después de invitar a sus ministros, el presidente confirmó su presencia en la homilía que encabezará el obispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheining. Desde la oposición admitieron haber recibido las invitaciones formales pero un sector mayoritario de Juntos por el Cambio ya dejó trascender que no asistirá.
El gobernador jujeño Gerardo Morales, titular de la UCR, fundó su negativa en que “el esquema de convocatoria es en el marco del Frente de Todos, marcha (Juan) Grabois y las organizaciones sociales”, exactamente lo contrario a lo anunciado el jueves por los principales dirigentes de movimientos sociales, que informaron que no habrá movilización. La actividad formará parte de una jornada que incluirá, a las 15, un acto del Frente de Todos porteño en el Parque Lezama, al que convocan con la consigna “El pueblo cuida a Cristina. Cristina cuida al pueblo”, y otro en Parque Patricios para rechazar la persecución política, judicial y mediática contra la ex presidenta.
La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, Estela Díaz, afirmó ayer que “hay que tener una convocatoria muy amplia, muy plural, como se espera que esté colmada esta Basílica con referentes de un arco político, social, sindical, cultural, religioso que exprese esta vocación y compromiso ferviente con la defensa de nuestra democracia”. “Es importante este encuentro, como ha sido tan importante la masiva, gigantesca movilización que se generó el viernes pasado no solo en la Plaza de Mayo, también en todas las principales plazas del país”, valoró, y recordó que Luján es “un ámbito especialmente querido por nuestra vicepresidenta”, que de hecho se reconoce devota de la Virgen de Luján y tiene en su despacho una foto con Néstor Kirchner con la basílica de fondo, en mayo de 2010, luego de participar del Tedéum del Bicentenario.
La ceremonia religiosa que reubicará a la Iglesia católica en el centro de la escena política tiene como cara visible al intendente de Luján, Leonardo Boto, que envió más de 1500 invitaciones formales a presidentes de partidos opositores, legisladores de Juntos por el Cambio, gobernadores, a los intendentes de los 135 municipios bonaerenses, a dirigentes gremiales, empresariales y de movimientos sociales, que fueron los primeros en confirmar su presencia.
Entre los alfiles del oficialismo encargados de gestionar las invitaciones se destacan el diputado y ex embajador ante el Vaticano, Eduardo Valdés, con la difícil misión de convocar a sus pares de la oposición, y el exsecretario de Culto, Guillermo Olivieri, que se reunió días atrás con el Papa Francisco.
Desde el PRO confirmaron que no asistirán al encuentro religioso. “No fue una invitación de la Iglesia, sino política. El bloque decidió no asistir”, dijeron. Desde la Coalición Cívica, cuya líder difunde día a día fragmentos del Evangelio, justificaron el faltazo en que “no está dado el marco para que estemos”.
El oficialismo se había ilusionado originalmente con la presencia del ala más moderada de Juntos por el Cambio, pero ya se excusaron tanto el diputado radical Facundo Manes, en campaña por la Patagonia, como el carcelero jujeño Gerardo Morales.
Actividades en CABA
Este sábado a las 15, en tanto, la dirigencia del Frente de Todos y del PJ porteño tiene previsto concentrarse en un acto con matices más militantes en el Parque Lezama. Se trata de la convocatoria prevista originalmente para el sábado 27 de agosto, cuando el vallado que instaló el gobierno porteño instaló frente al domicilio de la vicepresidenta derivó en que los actos previstos para ese día se reorientaran hacia la Recoleta, donde además se produjo la represión de la Policía de la Ciudad. El acto es convocado con la consigna “El pueblo cuida a Cristina. Cristina cuida al pueblo”.
A la misma hora pero en la Plaza de Parque Patricios, el juez Juan María Ramos Padilla y el dirigente peronista Jorge Rachid convocan a otra movilización bajo el título “Corte a la Corte Suprema”, en rechazo al lawfare y a “la persecución política, judicial y mediática contra Cristina Kirchner y demás compañeros”.