La fiscal Guillermina Aiello investiga una denuncia penal contra la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia y la comunidad terapéutica San Camilo, de Buenos Aires. La presentación fue realizada anteayer por familiares de jóvenes alojados en esa institución, que hablan de "torturas y violaciones de derechos". Desde la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, que acompaña a las familias, indicaron que Débora y Claudia son las madres de dos chicos que fueron enviados por la Dirección a ese establecimiento, ubicado en Pilar, en el marco de medidas excepcionales. "Mi hijo es víctima de sobremedicación, aislamiento y encierros prolongados", expresa una de las mujeres, en la presentación ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Claudia fue a visitar a su hijo y vio las instalaciones, por lo que decidió retirarlo. En la denuncia habla de prácticas "carcelarias y manicomiales" a las que son sometidos los jóvenes. "No tienen agua caliente, con suerte tienen una frazada a la noche. Cuando hacen algo que molesta, se aplica castigo: los atan, golpean y medican", expresaron. Hoy, a las 11, habrá una movilización en la puerta de la Dirección de Niñez (cortada Ricardone 1345). Piden una audiencia con el gobernador.
Con el acompañamiento de la Asamblea, ATE Rosario, y la concejala Celeste Lepratti, las familias presentaron anteayer una denuncia penal por las "aberraciones" a las que fueron sometidos sus hijos y otros jóvenes que están alojados en San Camilo.
La presentación judicial se realizó el mismo día que las concejalas Norma López, Fernanda Gigliani y Marina Magnani pidieron el urgente traslado de menores y jóvenes alojados en San Camilo, para que tengan tratamiento en la provincia. Rosario/12 dio cuenta de la situación en su edición del 11 de junio pasado, cuando reveló el caso de una menor de edad que había sido enviada desde la Dirección de Niñez, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social provincial.
"Quiero denunciar a la Dirección de Niñez de Rosario y a la Fundación San Camilo, de Pilar, ya que mi hijo fue trasladado allí, producto de la intervención de la Dirección. Quiero denunciar a los funcionarios por incumplimiento de los deberes, por el sometimiento a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de la Comunidad, en la que mi hijo es sistemáticamente víctima de castigos crueles y degradantes, sobremedicación, aislamiento, sujeción física y mecánica, y encierros prolongados", detalla la denuncia firmada por las madres.
Etumina, Clonazepam, Haloperidol, Akinetón, Risperidona son los antipsicóticos y ansiolíticos que denuncian como "suministrados sin responsabilidad". Claudia constató que su hijo ‑así como otros chicos y chicas‑ "está sufriendo un brote de sarna que no había sido medicado en San Camilo". Débora, otra de las madres, que ayer esperaba el regreso de su hijo, contó que "lo ataron con cordones a una cama, de pies y manos, y lo dejaron en calzoncillos. Luego lo inmovilizaron entre varios y le inyectaron medicamentos. Así estuvo cinco días", expresa el comunicado que da cuenta de la denuncia.
"También quiero denunciar que no me notificaron ninguna medida excepcional por parte de la Dirección de Niñez, y no sé en qué marco legal fue trasladado mi hijo, ni qué juez intervino", reza la denuncia que da cuenta de "una violación al protocolo inscripto en la ley 12.967 de Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes".
Asimismo, expresan que "el Estado provincial es responsable. Desde el Ejecutivo a cargo del gobernador Miguel Lifschitz, hasta la Subsecretaría de Niñez a cargo de Andrea Travaini y la Dirección Provincial de Niñez en Rosario a cargo de Claudia Aguilera", apuntaron, y pidieron la renuncia de las autoridades del área. "También son responsables de que no se realicen controles de las prácticas a las que son sometidos chicos y chicas una vez internados; y de callar, intentar ocultar y desmentir lo que denunciamos hace tiempo".
Al mismo tiempo plantearon que "las autoridades dirán que los chicos llegaron a San Camilo con su consentimiento. Nosotros diremos que a los chicos les mintieron. Les prometieron un lugar donde iban a ser contenidos. Les prometieron un lugar que en Rosario o en la provincia de Santa Fe no existe. Quienes dijeron que sí lo hicieron bajo la ilusión de sentir que sus derechos son respetados, que son sujetos de derechos y no objeto de represión, como lo venían siendo en Rosario con castigos por parte de la policía en la puerta de la Dirección de Niñez; ni objetos del abandono en hoteles, pensiones y otros depósitos de pibes y pibas que el Estado no puede, pero tampoco quiere contener".
El relato más estremecedor lo hizo un chico que estuvo en San Camilo: "Pasé tres días y tres noches en IRAR y estaba mejor". Desde la Asamblea, señalaron: "No permitiremos que se naturalice semejante descripción"; y aseguran: "El principal vínculo que mantiene Niñez con San Camilo es económico. Exigimos que los organismos competentes se hagan cargo con responsabilidad de las distintas problemáticas que sufren chicos y chicas. Que si se trata de consumo problemático se les ofrezca tratamiento acorde a las leyes; que si no pueden estar en su entorno familiar o sus barrios, se articulen los ministerios para garantizar la seguridad e integridad de los y las jóvenes".