El esperado debut de Roger Federer y Novak Djokovic en el torneo de Wimbledon, fue mucho más fugaz de lo que hubieran deseado los aficionados que compraron sus entradas para la pista central del All England Club. Tanto el suizo como el serbio avanzaron ayer a la segunda ronda casi sin pestañear. Sus rivales, Aleksandr Dolgopolov y Martin Klizan, respectivamente, se retiraron lesionados después de 43 minutos en el caso de Federer, y 40 en el de Djokovic. Federer, hombre record, consiguió ayer dos nuevas plusmarcas con el 6-3 y 3-0 sobre el ucraniano Dolgopolov: se convirtió en el tenista con más victorias de la historia de Wimbledon y disparó su ace número diez mil, una cifra apenas alcanzada por otros dos jugadores desde que existe el deporte.

A un mes de cumplir 36 años, Federer sumó su triunfo número 85 en el césped londinense, y desempató con el estadounidense Jimmy Connors en la primera posición de la lista masculina. Mujeres hay cuatro que lo superan: Martina Navratilova (120), Chris Evert (96), Billie Jean King (96) y Serena Williams (86).

El jugador podrá igualar mañana a la estadounidense, ausente este año por estar embarazada, si gana al griego Stefanos Tsitsipas o al serbio

Dusan Lajovic. Uno de los pocos récords que le faltan por batir ahora al campeón de 18 Grand Slam en el All England es el de trofeos. Actualmente luce siete, los mismos que Pete Sampras y William Renshaw. “Sería precioso ganar un octavo. Los momentos más increíbles de mi vida ocurrieron aquí”, dijo Federer tras su duelo ante Dolgopolov. “Veremos hasta dónde puedo llegar. El sueño continúa”, añadió.

“Me encanta volver a la pista central de este torneo. Estoy muy feliz de volver aquí, de poder competir aquí”, indicó el suizo, que tras caer en las semifinales del año pasado se tomó seis meses de pausa para recuperarse de sus problemas físicos. “Cuando perdí aquí el año pasado me puse como objetivo volver sano a Wimbledon, era mi sueño”, recordó.

Número cuatro del mundo, Djokovic se enfrentará en la segunda ronda al checo Adam Pavlasek, que superó por 6-7 (7-9), 6-1, 6-3 y 6-1 al estadounidense Ernesto Escobedo. Djokovic, de 30 años, ganó el domingo el torneo de Eastbourne y llega con mejores sensaciones de las esperadas a Wimbledon, tras una primera mitad de temporada en la que no pudo frenar el bajón que sufrió desde junio de 2016. El ex número uno tiene la posibilidad de sumar en Wimbledon el Grand Slam número 13 de su carrera. Además, podría recuperar el primer lugar del ranking si gana el título y, de la otra parte del cuadro, ni Andy Murray ni Rafael Nadal alcanzan las semifinales. El británico y el español se clasificaron el lunes a la segunda ronda.