Desde Santiago
Si hace una semana el calor acompañó toda la jornada del plebiscito donde finalmente se rechazó la propuesta de nueva constitución por casi un 61,8% (7 millones 882.958 personas) frente al frente a un 38,14% del apruebo (4.860.093), las conmemoraciones de los 49 años del Golpe de 1973 estuvieron marcadas por una leve llovizna matinal, el cielo nublado y el frío. En este contexto y aún reponiéndose de la derrota, el gobierno de Gabriel Boric realizó un homenaje a Salvador Allende y las víctimas de la dictadura donde destacó el Plan Nacional de Búsqueda de los aquellos ejecutados de los que aún hoy se desconoce su destino.
“Nuestro compromiso es seguir buscando incansablemente a los detenidos desaparecidos, 1.192 detenidos desaparecidos que todavía no sabemos dónde están. No es aceptable, no es tolerable, no lo podemos naturalizar”, señaló Boric en La Moneda. “Ese compromiso es del nunca más, de avanzar en verdad, justicia, reparación para todas las víctimas de violencia ejercida por agentes del Estado, porque esa es la única y principal garantía de no repetición que podemos ofrecer”. Este proceso estará a cargo del Ministerio de Justicia, como lo había anunciado el 1 de junio durante su primera Cuenta Pública como una forma de compensar “las muchas deudas que arrastramos (como país)”.
Allende, Víctor Jara y la constitución que no fue
Con música de Víctor Jara, con claveles blancos en los balcones del palacio —que fue bombardeado por Hawker Hunters en 1973 y cuyos lista de pilotos nunca ha sido dada a conocer públicamente— , la presencia de sus ministros o personajes como Isabel Allende, hija del fallecido presidente, Boric habló justamente de su figura, que sigue resonando fuerte hasta el día de hoy: “Lo seguimos oyendo y creo que hoy lo recordamos como él quisiera que lo recordáramos, pero no sólo lo recordamos a él (sino que también) recordamos a quienes fueron desaparecidos sin que hasta hoy conozcamos su paradero, a quienes sufrieron persecuciones, humillaciones, exilios, a quienes en los largos años de la dictadura civil y militar cayeron víctimas de la represión solo por haberse identificado con un gobierno democráticamente electo que buscaba lo mejor para la patria".
Inevitablemente, el mandatario chileno se refirió al proceso constitucional que aún no está definido como continuará, y que de ninguna manera “significa un rechazo a los cambios y transformaciones en Chile” y menos son un triunfo de algún grupo, en una referencia evidente a la derecha que ha tomado los resultados del plebiscito como suyos. "Estoy profundamente convencido que durante nuestro periodo tendremos una Constitución de la cual todos y todas, más allá de nuestras legítimas diferencias, podamos sentirnos orgullosos. Yo confío firmemente en la sabiduría del pueblo y eso significa no despreciar, no ningunear las decisiones que toma el pueblo, porque a diferencia de hace 49 años, la derrota que sufrimos en las urnas quienes estábamos por la opción que fue derrotada, el Apruebo, fue una derrota democrática (…) A veces, como decía un profesor, la victoria marea, hace perder perspectiva, en cambio en la derrota justamente se fortalecen las convicciones”.
Incidentes en romería
Como es tradicional se celebró una romería, convocada por agrupaciones de Derechos Humanos, que se inició en el centro de Santiago para llegar al Cementerio General donde descansan los restos de Allende. Y también hubo incidentes, quizá los más graves desde esa interrupción de dos años motivadas por las restricciones de la pandemia. Allí encapuchados se enfrentaron a Carabineros frente a La Moneda, lanzándoles fuegos artificiales y éstos respondiendo con carros lanza aguas y lacrimógenas y con un gran caos automovilístico producto del cierre perimetral de las calles céntricas. Algo que no impidió saqueos a locales comerciales y una represión generalizada por parte de la policía que llegó, como siempre, hasta el campo santo.
El mismo Boric debió intervenir nuevamente para condenar esta violencia que es una mezcla entre exaltados que obligan a un gobierno progresista a usar las mismas estrategias que Piñera, encapuchados de los que se desconoce su filiación política y Carabineros que no discriminan mucho al momento de detener como se ve en múltiples registros de los medios independientes que reportan incluso civiles infiltrados en las marchas. “Salvador Allende y su legado es principalmente su valor por la democracia. Y la democracia se construye con diálogo, respetando a quien piensa distinto y nunca con violencia (…) Ojalá todos quienes reivindican este día lo entendieran y entendiéramos todos como país”.
A un año de la conmemoración de los 50 años del Golpe —hito en el que ya está trabajando el gobierno— hay más dudas que certezas, partiendo por la Constitución de Pinochet que, con modificaciones, sigue rigiendo la vida de los chilenos, quiénes son los violentos que empañan cualquier marcha pacífica y cómo mejorar las estrategias de la policía chilena, cuya represión tiende a generar más violencia. Todo esto, mientras Boric reflexiona que “Si queremos salir adelante, que no me cabe ninguna duda, es la voluntad de una gran y abrumadora mayoría de los chilenos de volver a encontrarnos. Y eso tiene que ser en paz y sin violencia y eso es lo que nosotros vamos a hacer desde el gobierno”.