Italia cortó el reinado de Polonia y se convirtió en campeona mundial de vóley masculino por cuarta vez en la historia, al vencerla este domingo por 3 a 1 en la final de la XX edición del campeonato ecuménico, disputada en la ciudad polaca de Katowice.
La Azurra comenzó el partido en desventaja (22-25) pero lo revirtió con parciales de 25-21, 25-18 y 25-20, sustentado en sus mejores porcentajes de ataque y bloqueo, que se combinaron con un mayor registro de errores de su rival.
Los externos italianos Daniele Lavia y Alessandro Micheletto lideraron la puntuación del partido con 19 y 14 tantos, respectivamente. En la tabla de goleo les siguió el opuesto Yuri Romano, también azurro, con 13, uno menos que el polaco Aleksander Sliwka, máximo anotador de su equipo con 12.
Los hinchas locales que colmaron el estadio Spodek de Katowice fueron testigos del final de la hegemonía del seleccionado de su país, que había ganado las dos últimas Copa del Mundo en 2014 y 2018.
Así las cosas, Italia recuperó el dominio que ejerció en la década del '90 cuando fue tres veces campeona mundial (1990, 1994 y 1998), la dos primeras con la conducción técnica del argentino Julio Velasco.
En la actual edición, el campeón se impuso sobre Canadá (3-0), Turquía (3-0) y China (3-0) en la ronda de grupos; Cuba (3-1) en octavos de final, Francia (3-2) en cuartos, Eslovenia (3-0) en semis y Polonia (3-1) en el partido decisivo.
En el cuadro de honor histórico, Italia se ubica segunda con cuatro coronas mundiales, por debajo de las cinco de Rusia y ahora con ventaja sobre Brasil y Polonia, que suman 3. Los otros seleccionados masculinos ganadores de un Mundial de vóleibol fueron Checoslovaquia (2), Estados Unidos (1) y Alemania (1).
Previamente, Brasil se desquitó en el partido por el tercer puesto ante Eslovenia por 3 a 1 (25-18, 25-18, 22-25, 25-18) y obtuvo un consuelo tras quedar fuera de la lucha por el título un día antes frente al seleccionado local con una ajustada derrota por 3 a 2.