Desde Córdoba
En una elección que empezó y terminó nacionalizada, Juntos por el Cambio venció por más de 15 puntos al schiarettismo en Marcos Juárez. El holgado triunfo sorprendió a propios y extraños y JxC logró retener la intendencia de la ciudad del sudeste cordobés, su “kilómetro cero” y mojón fundacional. Dada la importancia simbólica de la elección para el espacio, en una pequeña
población de 30.000 habitantes, llamó la atención la ausencia total de
referentes nacionales que hicieran acto de presencia en los
festejos. Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia
Bullrich expresaron por redes satisfacción por la victoria, que hasta el jueves era impensada. Reto para las encuestadoras, celebración de los radicales y paso en falso para las aspiraciones nacionales de Juan Schiaretti.
En una elección que concitó la atención de buena parte del mundillo político nacional, Sara Majorel se impuso a Verónica Crescente (Unidos por Marcos Juárez), la candidata del frente formado entre el vecinalismo y el PJ provincial que hasta mediados de este año había sido mano derecha del oficialismo local en el cargo de secretaria General.
Con una asistencia del 69% del padrón, unas 16.685 personas sobre un total de 24.000 habilitadas, la candidata ganadora sumó 55,15% de los sufragios contra el 38,49% de los cosechados por la oposición. De esta manera, JxC tendrá un tercer período consecutivo al frente de la intendencia de la ciudad del sudeste provincial, donde domina el tablero electoral desde 2014.
Como era de esperar, el triunfo en su cuna de nacimiento, fue leído por Juntos como el punto de partida para conseguir el año que viene el acceso a la Casa Rosada. Nacionalizada desde un primer momento, cierto es también que la principal coalición opositora al kichnerismo a nivel país tenía mucho más para perder que para ganar.
Así lo entendió la cúpula mayor cambiemita, que desde un primer momento habilitó la llegada de referentes nacionales de primeras y segundas líneas, incluidos la larga lista de aspirantes a la presidencia: Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y Patricia Bullrich, entre otros, además de los principales actores de la coalición provincial.
Alivio e impulso
Tras unas semanas previas cargadas de tensión, en la que las facturas internas comenzaron a incrementarse, el alivio se hizo presente en el búnker ganador. Mientras se calmaban ansiedades entre torneos de metegol y dardos, los poroteos y las mesas testigo empezaron a dar guiños favorables pasadas las 19. Fue así que, sobre piso seguro, los popes de Juntos respiraron hondo y se largaron a celebrar el triunfo.
“Acá se trabajó muy bien”, dijo un mesurado senador Luis Juez. “Le han ganado a todos. A todos los aparatos, al gobierno de la provincia, al gobierno nacional. Se juntaron todos. Pero ganaron los vecinos. Nadie bajó la guardia. Cuando arrancamos la campaña, empezamos más de 20 puntos abajo. Quiero remarcar eso. Es una victoria de los vecinos y vecinas de Marcos Juárez”, expresó con mezcla de tranquilidad y alivio.
Sobre un escenario emplazado en un acoplado de un camión convenientemente pintado amarillo, la dupla ganadora subió acompañaba por la plana mayor provincial: Juez y los diputados Rodrigo de Loredo (UCR) y Shoer el Sukaría (PRO), entre otros.
“Arranca el kilómetro 0 provincial. Los resultados nos sorprendieron también. El gobierno de Córdoba se encargó de provincializar la elección. Falseó encuestas y tuvo prácticas de la vieja política que la gente ya no tolera”, lanzó De Loredo, una de las renovadas esperanzas de la Unión Cívica Radical para que la provincia vuelva a tener un “boina blanca” en Casa de Gobierno.
"Esta elección simboliza mucho, yo siempre dije que Marcos Juárez era el ‘kilómetro cero de Cambiemos’ y esto se sigue demostrando. Acá tenemos un gobernador que jugó muy fuerte, tiró con recursos y toda su imagen pensando que el resultado iba a ser otro", dijo un exultante diputado Mario Negri.
Un dato no menor es que la consagración de Majorel, la primera mujer en ser elegida intendenta en la ciudad, renovó los kilates de los dirigentes cordobeses que se anotan en la carrera para cargos ejecutivos a nivel provincial. En esa línea, Dellarrosa terminó de subirse a la marquesina amarilla. “Me gustaría ser candidato a gobernador para 2023. Disputar la precandidatura dentro de Juntos. Siempre lo dije”, sostuvo. Sin embargo, no son pocos los que señalan que esta victoria le permite sentarse a la mesa para discutir un cargo en el Congreso nacional del año próximo.
Jugando de visitante, Juez no tuvo la verborragia habitual. “Ya vamos a tener tiempo para hablar de las elecciones”. Ajena a la incipiente disputa, Majorel se recostó en el beneficio de la gestión. “La gente evaluó como estaba la ciudad. La ciudad eligió la continuidad, la gestión. Eligió Juntos por el Cambio”, sostuvo la flamante intendenta electa.
El ruido y la furia
A las 20:10, en un búnker muy poco concurrido, Crescente reconoció la derrota. “Los resultados han sido contundentes. Sara Majorel ha ganado con buen margen. Hay que respetar la decisión de la ciudadanía de Marcos Juárez”, señaló la candidata apadrinada por Schiaretti. Tal fue la sorpresa que el puñado de dirigentes cordobesistas que había hecho avanzada en las primeras horas del día quedó en offside y, dada la claridad de la derrota, no pudieron aspirar ni al VAR. Incluso, trascendió que el propio gobernador y el intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora, tenían planeado viajar a Marcos Juárez. Sin embargo, tamaño batacazo canceló el viaje.
Con el resultado puesto, toman valor las palabras del cierre de campaña, donde Schiaretti abrió el paraguas al señalar que “es una elección municipal más”. Pero ni en las peores pesadillas se imaginó una derrota tan contundente.
Y es ahí donde también habrá un fuerte correctivo para quienes tienen a su cargo el armado en la zona, como el ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Massei. Oriundo de la cercana localidad de Monte Buey, uno de los históricos del peronismo cordobés había dado bandera verde para cooptar a Crescente, hasta hace algunos meses secretaria general de la intendencia. Otro reto será para las encuestadoras, que avizoraban un triunfo ajustado para el PJ. “Schiaretti fue seis veces en dos meses. Alguien tiene que hacerse cargo de esto”, sostuvo un dirigente peronista con recorrido.
De cualquier manera, pasadas las broncas iniciales, en las huestes del gobernador buscarán bajarle un poco el precio a una derrota que a principios de año estaba en los papeles. Saben bien que la disputa pasa por otro lado y que, más allá del color político, el verdadero juego es el año que viene.