El primer ministro francés, el conservador Edouard Philippe, ganó ayer con holgura el voto de confianza de la Asamblea Nacional, luego de prometer reducir el déficit presupuestario por debajo del 3 por ciento anual que reclama la Unión Europea, en un discurso opacado por el del lunes del presidente, Emmanuel Macron.
Además, Philippe reconoció en su mensaje que “Francia se ha mostrado incapaz de cumplir con sus obligaciones jurídicas y morales con los refugiados” y destacó que los solicitantes de asilo se ven obligados a esperar durante mucho tiempo y a veces en “condiciones vergonzosas” a que se resuelvan sus solicitudes. El premier prometió que su gobierno presentará nuevas medidas la próxima semana para revertir esta situación. Philippe, quien integraba el partido conservador Los Republicanos –el que fue expulsado al aceptar su nominación al frente del Ejecutivo– presentó su programa de gobierno con un discurso al Parlamento, como es tradición en Francia; sin embargo, su intervención se vio opacada por la decisión de Macron de dar un mensaje ante las dos cámaras el lunes, en el que adelantó las principales iniciativas de su presidencia.
Macron nombró a Philippe a mediados de mayo, pocos días después de su aplastante victoria en el ballottage presidencial frente a la ultraderechista Marine Le Pen. Tras dos meses y con el gabinete formado y revalidado con otra victoria en las urnas, esta vez las legislativas, el flamante premier recibió la confianza de la mayoría del Parlamento –con 370 votos a favor y 67 en contra–, un paso necesario para empezar a gobernar.