La tía de una estudiante de 13 años del colegio secundario Enrique Cornejo 5084, de la localidad de Campo Santo, denunció penalmente y ante el Ministerio de Educación de Salta que una compañera de su sobrina "mantiene conexión con una red de chat en horarios de clase, en donde se comunica con hombres y mujeres adultos de diferentes partes del mundo, quienes practican pornografía en presencia de los menores". 

El miércoles último la tía realizó la denuncia penal en la Oficina de Orientación y Denuncia de la Ciudad Judicial, aunque dijo que en ese lugar no consignaron correctamente todos los hechos que relató y omitieron lo referido al consumo de pornografía en el aula y que había afirmado que las autoridades autoridades del colegio no había realizado ninguna acción al respecto, a pesar de que lo informó en su momento. Tras la denuncia se dio intervención a la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 2 del Ministerio Público Fiscal de Salta. 

La mujer dijo que en la denuncia ante el Ministerio de Educación sí quedó asentado su relato sobre el supuesto consumo de pornografía por parte de menores de edad y en horario de clase y también su explícita acusación a la dirección del colegio y la supervisora de esa cartera por la "sospecha de que estén avalando violencia de género, encubrimiento y promoción de la pornografía a menores (de edad) dentro del establecimiento educativo", y también la "revictimización" de su sobrina, esto en relación a otro hecho.

La tía sostuvo que la directora del colegio, Mercedes Risso, y a la vicedirectora, Olga Dan, no tomaron medidas cuando informó que hay consumo de pornografía en el aula, y tampoco dieron intervención a la justicia.

Según contó, advirtió esta situación cuando vio que una compañera enviaba contenido pornográfico al celular de su sobrina. La denunciante contó que informó a las autoridades del colegio, y en lugar de tomar medidas de protección, la vicedirectora le prohibió el ingreso y llamó a la policía en una ocasión para que la retiraran del lugar.

Según explicó la denunciante, su sobrina está bajo su cuidado, y de sus hermanas y la abuela materna, ya que su madre falleció y sobre el padre pesa una denuncia por violencia en perjuicio de la niña, que se tramita en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género N° 1 de la ciudad de Salta. 

Sobre el consumo de pornografía, la denunciante dijo que su sobrina le contó que la  compañera mencionada mantiene comunicaciones mediante videollamadas de las que hace participar a otrxs niñxs en el aula. La mujer dijo que todo esto ya fue informado a la directora de la institución y quedó constancia en actas.

Por otro lado, la tía recrimina a las autoridades del colegio que convocaron al padre de su sobrina a una reunión en el establecimiento, y con ello se expuso a la niña a una nueva situación de violencia. 

La denunciante dijo que como su sobrina había comenzado a tener bajo rendimiento escolar, fue al colegio en julio último para hablar sobre esto y en esas circunstancias se enteró, por medio de una preceptora, que la vicedirectora había llamado al padre de la niña y que el hombre la habría violentado verbalmente.  

Luego de estos hechos, al encender el celular de la niña, vio los mensajes con contenido pornográfico. Cuando le preguntó a su sobrina quien le enviaba ese material, la niña le contó que una compañera del colegio. La denunciante expuso que cuando informó de ello a la institución, las autoridades expusieron a su sobrina llamando al progenitor, quien la esperó a la salida del colegio, incurriendo en violencia verbal y amenazándola con darle una "paliza".

El abogado Lautaro Arias, del grupo Alfa, que brinda asesoramiento legal comunitario gratuito, y que asistió a la denunciante, indicó que en este caso "hay dos cuestiones que separar". "Por un lado hay una cuestión que podría haber denunciado cualquier persona, que es esta red de distribución de material pornográfico entre menores, redistribuyendo, produciendo o por lo menos compartiendo este material. La señora deslizó la posibilidad de que ese material sea sobre menores también y eso es gravísimo", explicó a Salta/12.

Por otro lado, "hay otra cuestión, que si bien también puede estar en la misma denuncia, son tipos penales, conductas delictivas diferentes (...): la propia institución lo citó al padre y expuso a la nena al contacto con el agresor, a una nueva agresión, una revictimización".

Arias señaló que si las autoridades escolares habían tomado conocimiento de estos hechos, debían haber activado una serie de protocolos. "No solo actuaron o tuvieron aparentemente una intervención que posibilitó o condujo a que la nena se enfrentara con su agresor. Tenían que haber activado protocolos para evitar que la víctima tome contacto con su agresor", dijo. 

El abogado también indicó que las autoridades del colegio debían haber activado otro protocolo por lo de la pornografía en el aula. "Ahí habría un incumplimiento de los directivos, y no es la primera vez que lo veo que para evitar que haya problemas, los directivos hacen actas y las dejan ahí", indicó. 

Salta/12 consultó a la directora del establecimiento pero no obtuvo respuesta.

La Asesoría General de Incapaces confirmó la existencia de una causa por violencia contra el padre de la niña; añadió que la causa se iba a archivar pero la asesora Nora Quinteros, pidió que antes de tomar esa determinación se escuche a los niños, aunque la primera fecha de audiencia se frustró por la inasistencia de los niños y la asesora insistió con el pedido de que se los escuche.