El rey Carlos III de Inglaterra se dirigió por primavera vez al Parlamento y se comprometió a sostener el respeto a "los principios constitucionales", por lo que destacó al Parlamento como "el instrumento vivo y que respira de nuestra democracia". En el recinto principal de Westminster, Carlos III escuchó las palabras de despedida de los Comunes y los Lores, que se reunieron para rendir un homenaje por la muerte de la reina Isabel II.
"Como dijo (William) Shakespeare, la anterior reina Isabel fue un modelo para todos los príncipes vivos", expresó Carlos III y sostuvo que su madre "dio un ejemplo de deber desinteresado" como monarca respecto del respeto al gobierno constitucional. La primera ministra Liz Truss, el ex primer ministro Boris Johnson y el líder laborista Keir Starmer se encontraban entre los diputados para escuchar el primer discurso del nuevo rey.
Carlos III también recordó el legado de su madre, fallecida el pasado jueves a los 96 años, en respuesta a los mensajes de condolencia que previamente le transmitieron los presidentes de la Cámara de los Lores (alta), John McFall, y los Comunes (baja), Lindsay Hoyle. Tanto Hall como McFall y Hoyle alabaron la labor "de liderazgo y servicio" de Isabel III y prometieron lealtad al nuevo monarca.
"Estando aquí ante ustedes hoy, no puedo evitar sentir el peso de la historia que nos rodea y que nos recuerda las tradiciones parlamentarias cruciales a las que los miembros de ambas cámaras se dedican con tanto compromiso personal", aseguró el nuevo rey durante una ceremonia en la que el luto de los asistentes se combinó con el oro y el terciopelo rojo de la parafernalia real.
Al finalizar la ceremonia, los presentes cantaron el himno “Dios salve al rey”, en lugar del “Dios salve a la reina”, que prevaleció por siete décadas.
La despedida a la reina continúa
Carlos III agradeció los homenajes de los lores y comunes, a los que consideró una demostración "conmovedora" de lo que signficó su "querida madre", y convocó a continuar con acompañándola en su despedida.
El domingo el féretro de la reina Isabel II llegó al Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo, donde fue recibido por miles de personas. El cortejo fúnebre realizó un viaje de seis horas desde el Castillo de Balmoral mientras los presentes arrojaban ofrendas florales en el camino.
El ataúd con los restos de la monarca volará a Londres mañana, donde permanecerá en el Westminster Hall a partir del miércoles. Entonces, la Torre Elizabeth, que alberga el Big Ben, marcará el paso del cortejo fúnebre desde el Palacio de Buckingham al Parlamento.
Esta tarde el nuevo rey viajará junto a otros miembros de la familia real a Edimburgo para una procesión detrás del cortejo fúnebre mientras se dirige a la Catedral de Saint Giles, donde los miembros del público tendrán la oportunidad de presentar sus respetos y ver el ataúd.
Por la noche, el rey Carlos celebrará una vigilia con otros miembros de la familia real en la catedral. Según medios británicos, se espera que miles de personas bordeen las calles de Edimburgo para despedirse por última vez a la reina. Mientras tanto, las multitudes continúan dejando ofrendas y cartas en las rejas del del Palacio de Westminster y los parques aledaños.