PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
La depresión presidencial. En el Congreso ayer se hablaba tanto del desánimo de Michel Temer debido a la prisión de su lugarteniente Guedel Vieira Lima como del inicio de las sesiones de la comisión responsable de analizar la denuncia de corrupción redactada por la Procuraduría General de la República que puede derivar en su separación del cargo. “Se dice que está en un pozo depresivo, y creo que eso puede ser cierto, él sabe que si Guedel Vieria Lima habla le traerá enormes problemas. Guedel tiene mucha información. Fue su ministro y uno de los hombres que negociaba los pagos ilegales. Hoy Temer está amenazado de ser delatado por todas partes. Escuché que hablarían desde el señor de las maletas ( el ex asesor Rocha Loures, que cobraba dinero de un frigorífico) hasta Eduardo Cunha que está preso”, declaró el senador Paulo Paim, del Partido de los Trabajadores, a este diario.
Las noticias judiciales y los rumores sobre el ánimo presidencial contaminaron las deliberaciones en la Comisión de Constitución y Justicia, donde el diputado Sergio Zveiter fue elegido como instructor del proceso que puede decidir el futuro del gobierno. Esa nominación fue una victoria para el oficialismo ya que Zveiter pertenece al Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) que tiene entre sus miembros al denunciado Temer y a los presos Eduardo Cunha, en Paraná, y Vieira Lima, en Brasilia.
Ante las críticas sobre su falta de imparcialidad para juzgar a un correligionario como es Temer, Zveiter alegó “mi compromiso es con Brasil y con la Cámara de Diputados (..) quien anda con Dios no le tema a nada”. Argumento de resonancias religiosas similares al invocado la semana pasada por el presidente cuando se preguntó “¿no sé cómo Dios me colocó aquí?”. La respuesta es menos celestial que la pregunta.
Temer llegó al Palacio del Planalto a caballo de un golpe que derrocó a la electa Dilma Rousseff orquestado por los mismos parlamentarios que ahora nombraron a Zveiter en la Comisión de Constitución y Justicia para garantizar sobrevida a una administración moribunda.
El próximo paso será la presentación de la defensa de Temer que, según anticiparon ayer sus abogados, podría ocurrir este miércoles, y a partir del ingreso de la misma a la Comisión el relator tendrá cinco sesiones para presentar su parecer.
La prisa responde a la estrategia de terminar cuanto antes con este calvario que está desgastando a un gobernante cuya aprobación se redujo al 7 por ciento según una encuesta de Datafolha del mes pasado en la cual el 76 por ciento demandó su renuncia debido, entre otros motivos, al escándalo por el presunto cobro de sobornos del frigorífico JBS entregados a través del “maletero” Rodrigo Rocha Loures, que desde la semana pasada está en prisión domiciliaria. Allegados al procesado Rocha Loures dijeron que él también estaría deprimido.
El procurador general de la República Rodrigo Janot acusó a Temer y su ex consejero Rocha Loures de corrupción, y pidió la separación del cargo del gobernante basado en grabaciones y videos bastante elocuentes. Especialmente un audio entre Temer y el empresario arrrepentido Joesley Batista, propietario del frigorífico JBS. Esta fue la primera denuncia del procurador que el sábado declaró tener más “flechas” prontas para ser disparadas en el momento oportuno, que serían una imputación por “obstrucción de la justicia” y otra por “asociación ilícita”.
La Constitución establece que las imputaciones de la Procuraduría sean analizadas por la Comisión de Constitución y Justicia antes de pasar al Plenario para que se autorice la apertura de un juicio se necesita el apoyo de 342 de los 513 diputados. Recién entonces el caso pasará al Supremo Tribunal Federal y el presidente será obligado a tomar una licencia de 180 días. Esa mayoría especial de 342 diputados sería casi inalcanzable para los adversarios del gobierno encabezados por el PT, con una bancada de menos de setenta miembros. Ocurre que las sucesivas revelaciones sobre la gavilla liderada por Temer causaron fracturas en el coalición gobernante formada por el PMDB y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
Varios diputados del PSDB ya anunciaron que votarán por la apertura del proceso en rebeldía con la cúpula del PSDB, cuyo presidente Aécio Neves, debió licenciarse del cargo al ser denunciado por cobrar dinero de JBS, plata que también fue entregada en una maleta. Y mientras el Planalto puja para terminar con esta sangría la táctica del procurador Janot es la de retrasar la presentación de futuras acusaciones, para alargar la penuria y la depresión de Temer y , en paralelo, apostar a las eventuales confesiones de los cómplices.
En esa misma línea, la de prolongar el proceso, trabajan los opositores PT y Partido Socialismo y Libertad cuyos diputados ayer anticiparon que pedirán que la Comisión de Constitución y Justicia cite al recién apresado Vieria Lima, el ex consejero Rocha Loures y el empresario Batista.