"Hay emprendedores mercenarios en el mercado y empresarios semejantes al buen pastor", apuntó el papa Francisco en un encuentro con representantes de la asociación industrial italiana Confindustria y convocó a los empresarios a que paguen los impuestos, a reducir la brecha entre los salarios de puestos dirigenciales y del resto de los trabajadores y crear empleos para jóvenes.
El Papa pidió que sean empresarios que "sufren los mismos sufrimientos de sus trabajadores" y que "no huyan frente a los muchos lobos que rondan" porque "la gente sabe reconocer buenos empresarios". El encuentro se dio en el Aula Pablo VI del Vaticano, donde recibió a un grupo de representantes de la agrupación industrial italiana, y les recordó que los impuestos son herramientas para "compartir".
"Es muy importante esa modalidad que en el mundo moderno y en democracias son las tasas y los impuestos, una forma de compartir a veces no entendida", sostuvo Francisco y agregó: "Los impuestos son también una forma de compartir la riqueza, para que se vuelva bienes comunes, como escuelas, salud, derechos, ciencia, cultura patrimonio".
Francisco moderó el tono al considerar que "los impuestos tienen que ser justos, equitativos, fijados sobre la base de la capacidad de pago de cada persona, como lo establece la Constitución" y señaló que "el sistema y la administración tributaria deben ser eficientes y no corruptos".
"Pero los impuestos no deben ser considerados como usurpación. Son una alta forma de compartir bienes, son el corazón del pacto social", afirmó Francisco ante empresarios que realizan donaciones filatrópicas para ayudar al pueblo de Ucrania.
También los invitó a desarrollar otra forma de "compartir", la de generar trabajo y crear "una cierta igualdad en sus empresas y en la sociedad", en particular para los jóvenes. Además, pidió achicar la brecha entre los salarios dirigenciales y los del resto de los empleados. "Es verdad que en las empresas hay una jerarquía, es cierto que hay diferentes funciones y salarios, pero los salarios no deben ser demasiado diferentes", sentenció.
"Si la diferencia entre los salarios más altos y los más bajos se vuelve demasiado grande, la comunidad empresarial enferma y la sociedad pronto enferma", les advirtió.