"Estamos
abandonados desde el recurso humano, desde lo profesional y desde los insumos y la tecnología necesaria para las intervenciones", advirtió a Página/12 Héctor Ortiz, enfermero y delegado del Hospital Durand, luego de que los trabajadores y trabajadoras denunciaran que hay más de mil cirugías postergadas en ese centro de salud. Aseguran que faltan anestesistas, que los profesionales jubilados no son reemplazados por nuevo personal y que varios sectores no cuentan con insumos para llevar adelante las operaciones. Hace unos meses ya habían denunciado el despido de 65 enfermeros y enfermeras contratados durante la pandemia y el cierre de diez habitaciones de terapia intensiva.
Según señalaron trabajadores y trabajadoras, la postergación de más de mil cirugías programadas en el hospital se debe a la situación crítica de los dos bastiones necesarios para sostener las intervenciones: el recurso humano y los insumos. Ortiz, delegado de ATE, aseguró que lo que más impacta en el primero de los casos es la falta de anestesistas, claves para la realización de las cirugías. "Tenemos problemas serios con los antestesistas y nadie da información ni responde qué pasa con esa situación", dijo el enfermero, referente de la Agrupación Hospitales del sindicato. Además, explicó, el principal factor de la falta de anestesistas radica en los bajos salarios que perciben. "Los sueldos están muy por debajo de lo que pueden ganar en el sector privado y eligen no venir al sector público", afirmó.
Sin embargo, la falta de recurso humano no se reduce solamente a los anestesistas, sino que también impacta sobre profesionales de otras áreas. "Los médicos se jubilan y no nombran reemplazos. En oftalmología los compañeros nos dicen que no se puede hacer absolutamente nada. En neurocirugía, por ejemplo, teníamos tres especialistas y hoy tenemos solo uno", agregó Ortiz. En un comunicado, los trabajadores y trabajadoras exigieron al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y al ministro de Salud, Fernán Quirós, "una solución urgente a los ciudadanos de la Ciudad" para "no agravar el estado de Salud". Además, sostuvieron que "la red de hospitales de la Ciudad no funciona". Página/12 preguntó a fuentes del Ministerio de Salud porteño sobre la situación del hospital pero no obtuvo respuesta.
"Si en un hospital central como el Durand, ubicado en el medio de la Ciudad, al que se derivan la mayoría de los accidentes, hay más de mil cirugías postergadas, es porque la red no funciona", señaló el enfermero en este sentido. "Estamos abandonados desde el recurso humano, desde lo profesional y desde los insumos y la tecnología. De treinta operaciones que se hacían por día hoy estamos en siete u ocho", detalló. "El sistema de la Línea 147 para conseguir turnos también es un fracaso, es imposible conseguir turnos", añadió.
Por el lado de los recursos técnicos, referentes de ATE advierten que faltan insumos claves para realizar intervenciones, y que en algunos casos se trata de recursos tan elementales como los necesarios para para laparoscopias de vesícula. "La operación de vesícula hoy se resuelve simplemente con una laparoscópica, con un tubo que va por fuera, es increíble que no tengamos insumos ni siquiera para eso", alertó el delegado. "Las prótesis para traumatología no se compran, en odontología no tenemos equipos ni para sacar una muela, en oftalmología no se puede operar cataratas y no hay equipos láser para cauterizaciones en caso de los diabéticos", enumeró. Trabajadores y trabajadoras denuncian, además, que en algunos casos la falta de insumos afecta a áreas de mayor urgencia como cirugías cardíacas y hemodinamia.
La denuncia por las postergaciones de las cirugías no es la primera que realizan en los últimos tiempos. En junio de este año, desde ATE denunciaron el despido de 65 enfermeros y enfermeras que habían sido contratados durante la pandemia y entre los que había "embarazadas, trabajadores internados con secuelas de covid y enfermeras que son el único sostén de sus familias". Ese mismo mes, alertaron sobre el cierre de diez salas de terapia intensiva y advirtieron que en el hospital había "ascensores que no funcionan, salas y servicios abandonados, camas bloqueadas, falta de enfermeros y servicios sin salida de emergencia".
"Preocupa mucho cómo tiraron abajo diversos sectores del hospital. Dejaron vaciado el servicio de oftalmología y odontología, no tienen elementos ni insumos para trabajar y se están usando quirófanos como depósitos", aseguró Ortiz. Ya a principios de este año, en el mes de febrero, el delegado había señalado la existencia de una "grave falta de inversión" en el hospital, tanto en infraestructura como en personal e insumos. El dirigente de ATE indicó que en el centro de salud están "paralizadas obras desde 2017, entre ellas el servicio por imágenes que estaría ubicado al lado del tomógrafo, con un ascensor propio que se comunicaría con las áreas críticas, y hasta la fecha se encuentra abandonado por falta de presupuesto".