“Si no hay pan para nuestros hijos que no haya paz para los empresarios”, rezaba la enorme bandera blanca con el logo de Pepsico intervenido de tristeza. Fue ayer muy temprano en el Obelisco donde se manifestaron sus trabajadores y un centenar de organizaciones solidarias contra los 600 despidos que la multinacional de los saladitos quiere concretar en medio del vaciamiento de la planta de Florida. Más tarde, fueron recibidos en la Cámara de Diputados y mientras se reproducían las expresiones de apoyo, el jefe de Gabinete Marcos Peña hizo lo contrario. “El Ministerio de Trabajo no puede impedir una decisión empresarial, sólo puede generar oportunidades en otros lugares”, dijo el funcionario macrista.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, había salido en defensa de la decisión de la empresa, al justificar tal decisión con los mismos argumentos de la empresa: “El proceso de producción de la planta de Vicente López está migrando hacia Mar del Plata”. Ayer los trabajadores salieron desalentados de la reunión en la cartera laboral. “Nos ofrecieron un curso de capacitación e ir a otra empresa, este conflicto va a seguir hasta que no estemos todos en PepsiCo”, dijo el delegado Camilo Mones. Poco después fueron recibidos en una audiencia convocada por las diputadas del FIT Nathalia González Seligra y Myriam Bregman. Estuvieron Diana Conti, Ana María Llanos Massa y Fernanda Raverta (FPV), Anabella Hers Cabral (Cambiemos), Facundo Moyano (FR), Graciela Cousinet y Federico Masso (LDS), Rubén Miranda (BJ), Alcira Argumedo (PS), Julio Raffo (DT), Silvia Horne (PPV), Pablo López y Soledad Sosa (PO-FIT) y Juan Carlos Giordano (IS-FIT).