Desde Rosario
Rosario amaneció ayer otra vez con un clima asfixiante de calor y humo. Después de unas semanas de tregua, este domingo por la noche los focos de incendios en las islas del Delta del Río Paraná se reavivaron y la ciudad arrancó la semana con una cortina negra, baja visibilidad y la advertencia de las autoridades que pidieron extremar la seguridad y precauciones.
La masa de humo en la que Rosario amaneció envuelta ayer provino de nuevos focos de incendio en el humedal que la municipalidad denunció ante el fiscal federal de Victoria, Claudio Kishimoto. Son incendios iniciados desde el viernes 2 y que se multiplicaron ese fin de semana. Desde entonces, el fuego continuó sin que ninguna fuerza, federal o entrerriana, lo combatiera. Y solo por efecto del viento su existencia no se había percibido durante la semana pasada.
La municipalidad de Rosario, ya constituida como querellante en la investigación penal sobre las quemas en las islas del Paraná, volvió a la Justicia entrerriana ayer con una ampliación de denuncia y captura de imágenes satelitales provistas por la estación del Servicio Metereológico Nacional en el Aeropuerto Islas Malvinas.
Los focos ígneos señalados en las imágenes están identificados con coordenadas precisas de ubicación geográfica, por lo que –requirió el planteo firmado por la representante legal Carolina Oitana– es posible identificar las explotaciones ganaderas que explotan esas tierras y, por ende, son responsables de lo que en ellas suceda. Esta ampliación quedó asentada en la causa n° 6507/22 "NN s. Incendio u otro estrago".
Según la información aportada, estos focos de incendio son visibles desde el viernes 9 de setiembre, pero ya habían sido encendidos una semana antes, el viernes 2 precisamente, sin que las autoridades hubieran demostrado alguna tarea extra para mitigar el fuego. Uno de los incendios se tornó detectable el viernes 2 frente a Arroyo Seco, en inmediaciones de los arroyos Laureles y El Colorado. Para el lunes 5, alguien prendió fuego en otros tres puntos más, cercanos, y hacia el oeste.
Marca el informe que el fuerte viento registrado el jueves y viernes pasado en la región hizo prosperar esos fuegos y ensanchar la superficie arrasada de cada foco. "Se acompañan constancias de determinación de coordenadas a fin de poder diligenciar las medidas pertinentes y dar con los responsables y/o titulares dominiales de dichos inmuebles", dice la denuncia que Rosario amplió ayer.
Mientras tanto, continúan activos incendios al sur de esos focos nuevos. La denuncia agregó que el viernes 5 se detectó un vasto frente de fuego a la altura de Puerto General San Martín, en cercanías del arroyo Careaga. Tampoco este siniestro fue combatido por las fuerzas comprometidas y para el viernes 9 la fotografía satelital demostró que un incendio más ha sido generado a un par de kilómetros, en dirección hacia la costa este del delta.
"Resulta decididamente irritante que la ciudadanía esté autoritariamente capturada por el mal accionar de un grupo reducido de individuos inescrupulosos que deciden ir en contra de la ley en forma indiscriminada", enfatiza la denuncia presentada ayer.
El escrito municipal reclama que la Dirección de Catastro o el Registro de la Propiedad de la Provincia de Entre Ríos "informen los datos de las parcelas empadronadas que coincidan con las coordenadas aportadas en la prueba documental". De esa manera, proceder a "individualizar a los titulares registrales de los terrenos en los cuales se detectaron focos ígneos".
El planteo rosarino pretende que el fiscal coteje la ubicación de estas parcelas incendiadas en los últimos días con las quemas ya identificadas en la causa Baggio 840/20, que tiene por imputados a empresarios ganaderos con hacienda en las islas. La sospecha latente es que son parcelas que ya habían sido quemadas intencionalmente en inviernos anteriores.
El humo, como una maldición
La denuncia municipal añade también el daño causado a la salud humana por el humo generado, algo ya comprobado por el Observatorio Ambiental de la UNR y su estudio sobre calidad de aire, con mediciones que en Rosario y otras localidades ribereñas detectaron niveles de contaminación cinco veces superiores al valor permitido.
El meteorólogo Jorge Giometti, del Centro de Monitoreo y Sistema de Alerta Temprana, confirmó que fue el cambio de viento lo que hizo evidente –y asfixiante– la existencia de esas quemas fuera de control. "Hubo un enfriamiento rápido y una brisa que favoreció que se distribuyan en las capas bajas dando por encima de los 200 microgramos por metro cúbico de aire, lo que significa que es muy peligroso para la salud de mantenerse varias horas", dijo.
El Ministerio de Salud provincial divulgó recomendaciones para disminuir las consecuencias por respirar humo, y prevenir enfermedades respiratorias. En este sentido, sugiere evitar abrir puertas y ventanas, ventilar los ambientes lo menos posible, volver a usar barbijo, y evitar realizar actividad física al aire libre.