El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva obtendría el 46% de los votos en primera vuelta del 2 de octubre, mientras que Jair Bolsonaro sacaría 31%, según una encuesta de Ipec que divulgaron los medios brasileños este martes.
En una eventual segunda vuelta, el líder del Partido de los Trabajadores ganaría por 53% a 36%. Estos datos son los primeros que divulga Ipec tras los actos bolsonaristas del 7 de septiembre y no reflejan ninguna variable significativa en comparación con el anterior estudio, anterior a ese movimiento del actual mandatario derechista.
Lula creció dos puntos porcentuales en comparación con la encuesta realizada la semana pasada, mientras que Bolsonaro se mantuvo en 31%. Luego aparecen Ciro Gomes (7%), Simone Tebet (4%), Soraya Thronicke (1%) y Felipe D'Avila (1%). Los demás candidatos no llegaron al 1%, blancos y nulos suman 6% y 4% respondió que no sabe o no contesta.
La encuesta de Ipec (ex Ibope) incluyó entrevistas a 2.512 personas, realizadas entre el 6 y el 12 de septiembre; tiene un margen de error de dos puntos porcentuales y está registrada en el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Este lunes 12 se había divulgado otra encuesta, del Instituto FSB, que mostraba una reducción, dentro del margen de error, de la ventaja de Lula sobre Bolsonaro
Según este relevamiento, la intención de voto de Lula para la primera vuelta es de 41% y la de Bolsonaro, de 35%, lo que implica una distancia entre ambos de seis puntos porcentuales.
La medición anterior de la encuestadora, de hace una semana, mostraba un respaldo de 42% para Lula y de 34% para Bolsonaro, lo que se traducía en una ventaja para el primero de ocho puntos.
Los cambios en el respaldo de ambas candidaturas están dentro del margen de error manejado por la consultora, de +/- dos puntos porcentuales.
Acerca de una eventual segunda vuelta entre Lula y Bolsonaro, el 30 de octubre, la encuestadora indica que el respaldo al expresidente es mayor, 51% frente al 38% del actual mandatario. En este escenario, ambos registran una caída en los apoyos de dos puntos porcentuales, mientras aumentan de 7% a 10% los encuestados que dicen que no votarían en el balotaje.