El juicio por el crimen de Valentino Blas Correas, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo durante un procedimiento policial en agosto de 2020 en la ciudad de Córdoba, se reanudará este miércoles, cuando los 13 policías acusados del homicidio y posterior encubrimiento aporten sus datos personales ante el tribunal, que les consultará si quieren declarar.
El tribunal técnico de la Cámara 8va. del Crimen dará inicio a la tercera audiencia del debate a las 9. El cronograma establecido por el tribunal de enjuiciamiento sostiene que una vez concluida la indagatoria a los imputados, el primer testimonio que escucharán los miembros del jurado popular será el de Soledad Laciar, mamá de la víctima.
A ella seguirán otros miembros de la familia del adolescente y luego los amigos de Blas que estaban con él en el auto cuando fue asesinado de un balazo por la policía.
En este proceso participan la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación como "amicus curiae" (asesores jurídicos voluntarios del Tribunal), y Amnistía Internacional como "observador" del juicio.
El caso
El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020 cuando Blas Correas se hallaba dentro de un Fiat Argo junto a cuatro amigos con quienes iba a ir a tomar algo a un bar. Cuando circulaban por avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas, en el sur de la capital cordobesa, uno de los jóvenes que conducía evadió un control policial porque -según dijo luego- se asustó porque uno de los policías le apuntó con un arma a la cabeza.
En ese momento, según la investigación, el suboficial Lucas Damián Gómez (37) efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria, mientras que el cabo primero Alarcón (33) disparó en dos oportunidades.
Las pericias determinaron que uno de los cuatro disparos efectuados por Gómez impactó en la espalda de Blas, lo que le provocó la muerte, mientras que otro de los disparos traspasó el apoyacabeza y la capucha del uno de los adolescentes que estaba sentado en el asiento delantero del Fiat Argo, a milímetros de su cráneo.
Posteriormente, y con el objetivo de simular un enfrentamiento con un grupo armado, los policías 'plantaron' un arma en las cercanías de la zona del control policial, según la acusación fiscal.
En este juicio, Gómez y Alarcón llegan acusados de ser "coautores de homicidio calificado por abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos".
Los restantes 11 policías acusados son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
Los cargos que enfrentan estos últimos son 'falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público'.