El mercado único de divisas le sigue dando satisfacciones a Miguel Pesce, presidente del Banco Central. O, al menos, una marcada sensación de alivio. Después de varios meses en el que las reservas netas en divisas orillara en niveles casi al límite de lo tolerable, la implementación del nuevo régimen de tipo de cambio diferencial para la exportación de soja y sus derivados, ya dejó en las arcas de la autoridad monetaria un saldo favorable de 1375 millones de dólares. Las operaciones de este martes le permitieron al Central sumar 180 millones, en la sexta jornada consecutiva con compras netas que oscilaron entre 170 y 426 millones por día.
De esta forma, la autoridad monetaria se mantuvo en la senda iniciada el martes pasado, cuando acaparó 300 millones de dólares, luego de que el Ministerio de Economía oficializara la aplicación de un tipo de cambio de 200 pesos por dólar para las exportaciones de soja hasta el 30 de septiembre.
Las operaciones de liquidación de divisas por parte del sector exportador a través del régimen del Programa de Incremento de Exportaciones (conocido como "dólar soja") sumaron en el día de ayer unos 293 millones de dólares, como resultado de la declaración de ventas al exterior por poco más de un millón de toneladas de soja y derivados.
Desde el martes de la semana pasada inclusive, cuando se puso en vigencia el sistema, el sector agroexportador lleva liquidadas 5,7 millones de toneladas por un valor aproximado a los u$s 2250 millones. En apenas seis jornadas, los resultados se acercan al piso mínimo demandado para el mes por el gobierno y que los exportadores se comprometieron a garantizar.
En términos de divisas, se calcula que desde que comenzó el mes, el Banco Central ya lleva adquiridos alrededor de 1375 millones. La diferencia entre los 2250 millones liquidados por los agroexportadores y los 1375 millones de compras netas del BCRA se explican por el saldo negativo en las operaciones del resto de importadores y exportadores. A su vez, el Banco Central va regulando (casi por goteo, se quejan algunos sectores) los montos de dólares que le "suelta" a los sectores que requieren insumos u otro bien importado.
De no haber tenido éxito el programa del dólar soja este mes, no sólo el saldo de reservas en divisdas del Banco Central hubiersa caído, sino que las restricciones hacia las compras externas de insumos hubieran sido más severas, con riedgo claro de provocar el inicio de un proceso recesivo.
La medida de aplicar un dólar diferencial por un tiempo limitado fue acordada con los principales complejos exportadores, que se comprometieron a liquidar soja y derivados por al menos 5000 millones en el mes. No así por los grupos ruralistas más concentrados, que especulan no sólo con extender el plazo de vigencia del "dólar soja" sino incluso con hacerlo extensivo a otros productos.
Cambio de clima
Este excedente de divisas se trasladó al clima de negocios en torno a las cotizaciones de los dólares financieros, que en general y con escasas variaciones, se mantuvieron en el rango de 270 a 280 pesos por dólar.
Con mayor precisión, la cotización del dólar oficial cerró en 149,52 pesos, con una suba de nueve centavos en relación con el cierre de ayer. Por su parte, en el segmento informal, el denominado dólar blue anotó una suba de un peso, ubicándose en 273 pesos por unidad.
En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación subió 0,3 por ciento, a 280,72 pesos; mientras que el MEP escala 1,2 por ciento hasta los 273,73 pesos en el tramo final de la rueda. En el segmento mayorista, la cotización de la divisa estadounidense registró un aumento de 30 centavos respecto al cierre previo, en un promedio de 142,58 pesos.
El volumen operado en el segmento de contado fue de 531 millones, en el sector de futuros del Mercado Abierto Electrónico (MAE) se registraron operaciones por 32 millones y en el mercado de futuros de Rosario se transaron 481 millones de dólares.
Los activos bursátiles registraron rojos tanto en las acciones y los bonos por un mal clima financiero internacional. Los datos de inflación en Estados Unidos se desaceleraron menos de lo esperado, y llevaron al mercado a esperar subas de la tasa de interés de la Reserva Federal mayores.
El Banco Central, mientras tanto, decidió además incorporar a las billeteras virtuales y a Proveedores de Servicios de Pago a las normas sobre “Protección de los usuarios de servicios financieros”. Se trata de un paso más para equiparar las normativas con los bancos. Esta nueva disposición que se emitió el pasado 1 de septiembre, entrará en vigencia en 180 días corridos.