Ximena de Tezanos Pinto vive un piso más arriba que Cristina Fernández de Kirchner en el edificio de la esquina de Juncal y Uruguay. Durante algún tiempo fue la “vecina de Cristina” que colgaba banderas del balcón con proclamas republicanas, que no ocultaba su antipatía por el peronismo, pero desde hace unos días empezó a aparecer como la puerta de acceso de sectores encolerizados a la intimidad de la vicepresidenta, lo que genera una especial alarma entre quienes rodean a CFK después de que una célula integrada, al menos, por Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte –y con alguna participación de Agustina Díaz– intentara asesinarla hace menos de dos semanas.
Cuando Tezanos Pinto se mudó al sexto piso, Cristina y Néstor Kirchner ya vivían allí. Durante años no se cruzó con CFK porque ella estaba instalada en Olivos. Cuando CFK dejó la Rosada en 2015, la que ya no residía allí era Tezanos Pinto porque se había vuelto a casar y vivía con su pareja en otro lugar. Volvió al edificio durante la pandemia y fue en ese momento que empezó a convertirse en una referencia para los grupúsculos antikirchneristas que se congregaban en las afueras del edificio para expresar su rechazo a la vicepresidenta.
Tezanos Pinto se define como liberal. Está afiliada a Republicanos Unidos, que tiene entre sus referentes a Ricardo López Murphy –que días antes del atentado contra CFK había tuiteado son “ellos o nosotros” y vaticinado que se vendrían días difíciles–. En la interna de Juntos por el Cambio, votó por López Murphy. Su límite fue María Eugenia Vidal porque la considera hija de la “dedocracia” de Horacio Rodríguez Larreta, denostado por los halcones cambiemitas que encuentran a su mayor referente en Patricia Bullrich.
El voto por Javier Milei
En las generales del año pasado, Tezanos Pinto votó por Javier Milei. No tanto por él, sino por su segunda, Victoria Villarruel. “Lo que me convenció de votarlo fue lo que hizo Villarruel con el relato de los terroristas, eso de que eran todos buenísimos y vinieron los militares malos a pegarles", le contó el año pasado al diario La Nación. Villarruel –hija de un militar que reivindicaba haber luchado contra la “subversión” en el Operativo Independencia y sobrina de otro que fue detenido por crímenes en el Primer Cuerpo de Ejército y después declarado incapaz– busca desde hace años que sean los militantes de los años ‘70 quienes deban sentarse en el banquillo.
En los últimos días, en redes sociales, empezaron a relacionar a la vecina de CFK con una exintegrante de la SIDE, Marta Susana García Tezanos Pinto, una mujer que entró al organismo de inteligencia en 1973 y salió eyectada después de que terminara arrestada por un secuestro extorsivo en el que participó como integrante de la banda de Aníbal Gordon. Marta Susana nunca fue investigada por la justicia por crímenes de lesa humanidad --pese a que hay quienes la vinculan con el grupo que operó en el centro clandestino conocido como Automotores Orletti-- y terminó durante unos años reciclada como productora televisiva. “No tiene nada que ver conmigo”, dice la vecina de CFK. “Hay un afán por involucrarme en cualquier cosa. Yo sé quién soy y cómo me comporto”, completa en diálogo con Página/12.
La abogada de Revolución Federal
El departamento de Tezanos Pinto tiene cuatro habitaciones amplias con baños independientes. Desde hace tiempo que ella se dedica a subalquilarlas, lo que ya había generado quejas de algunos propietarios. Uno de esos cuartos tiene como moradora a Gladys Egui.
Egui es la abogada de Leonardo Sosa, integrante de Revolución Federal, que tiene como foto de portada en su cuenta de Twitter una imagen de la violenta marcha de antorchas contra la Casa Rosada. Sosa tiene una causa por resistencia a la autoridad por la protesta del 23 de agosto pasado frente a la casa de CFK. En los últimos días, el juez federal Ariel Lijo recibió un peritaje que afirma que Sosa, además, tenía material inflamable en su mochila cuando lo detuvieron.
El 28 de agosto, Sosa posteó una foto desde el balcón de Tezanos Pinto. Ese mismo día también publicó una imagen Gastón Guerra, que tiene una causa por agredir al cronista de C5N Lautaro Maislin en medio del escrache violento que protagonizaron el día que asumió Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía. Casualmente Egui también defiende a Guerra y, según ella declaró, los dos fueron al departamento de Juncal y Uruguay a llevarle unos papeles para las causas y aprovecharon para retratarse. Sentido de oportunidad.
Tezanos Pinto reconoció que había tenido contacto con Guerra en redes sociales. Con Sosa no lo dijo pero también lo tuvo. Cuando él posteó un escrache a Mirta Tundis, ella le respondió: “Repudio ciudadano, no van a encontrar paz en lo que les queda de vida”.
El nexo aparente entre Egui, los activistas de Revolución Federal y Tezanos Pinto es una mujer llamada Cristina Luján Romero. Es una de las amigas de la vecina de CFK con quien intentaron viajar a Dolores para darle su apoyo a Mauricio Macri cuando debió presentarse a indagatoria por el espionaje a los familiares del ARA San Juan, pero se quedaron a pie porque el auto se descompuso a la altura del Obelisco.
Tezanos Pinto y Romero se conocieron en las movilizaciones de apoyo al policía Luis Chocobar, que fusiló a Juan Pablo Kukoc por la espalda en diciembre de 2017. El policía fue uno de los caballitos de batalla de Patricia Bullrich, que incluso lo llevó a la Casa Rosada. “Luján”, como Tezanos Pinto llama a su amiga, no oculta su devoción por la presidenta del PRO.