“Hay que ir hasta donde la prueba nos lleve”. Este es el núcleo de la estrategia que Cristina Kirchner marcó a los abogados que designó para que la representen como querellante en la causa que investiga el atentado en su contra. José Manuel Ubeira, uno de los defensores asignados, sostuvo que la clave será saber “cuál fue la mano que guió la mano” de quien gatilló contra la vicepresidenta porque “la hipótesis del loquito suelto, se agotó”.
El camino sobre el que avanzarán los representantes legales de CFK será aquel que conduzca a averiguar “quién está detrás” de este hecho que conmocionó al país. “Hay elementos que sugieren la posibilidad de que haya algo de eso. La ruta del dinero ayudaría, y hay que averiguar cómo fue la financiación” del atentado para avanzar sobre ese sendero, indicó Ubeira.
“La preocupación es saber cuál es la terminal de todo esto”, subrayó el letrado, quien contó cuál fue el encargo que la vicepresidenta le hizo a él y a Marcos Aldazabal al constituirlos ayer como sus representantes en la causa que está a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti.
Ambos letrados se presentarán este mediodía ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 5 y de la fiscalía a cargo de Carlos Rívolo.
"Que la investigación se cumpla sin interferencias"
El motivo por el cual la vicepresidenta decidió ser querellante dos semanas después de haber sido víctima del atentado, dijo, se debió a su decisión de “dejar que primero marchar la investigación como tiene que ser”, sin que la presencia de una querella sugiera condicionamientos de algún tipo.
“No estamos para complicarle la vida a nadie ni vinimos a hacer cosas que no corresponden. Simplemente vamos a ver que las cosas funcionen como tienen que funcionar”, remarcó durante una entrevista con Radio 10.
Hasta el momento, adujo, en la causa “pareciera estar esclarecido lo obvio, así que ahora habrá que profundizar” sobre las responsabilidades y complicidades. “Lo que se advierte es que la teoría del loquito suelto se agotó".
“Ahora tenemos que poner todos los esfuerzos para que la tarea (de los investigadores) se cumpla sin interferencias y seguir el camino hacia donde la prueba nos lleve”, porque “la forma de resolver esto es no tener prejuicios” sobre las posibles responsabilidades y derivaciones del caso, señaló Ubeira.
"Darle ritmo a la causa"
Lo que la vicepresidenta les pidió a él y a Aldazabal, según contó, fue precisamente esto: “No tener ninguna atadura mental e ir adonde la prueba nos lleve. Nadie va a forzar nada pero vamos a agotar” las medidas y el análisis de los indicios que aparecieron hasta ahora. En este sentido, la estrategia será “anticipar lo que puede ser la investigación y darle ritmo a la causa”, agregó.
Uno de los temas sobre los que el abogado expresó preocupación fue en el teléfono del ejecutor del atentado, Fernando Sabag Montiel. “Se perdió lo que había adentro de ese teléfono, así que se verá” qué se hace al respecto y se intentará determinar “cómo se trabajó” con ese aparato en los momentos posteriores a su secuestro tras la detención del acusado.
Qué les pidió Cristina a los abogados
Ubeira contó que hubo una conversación entre los dos abogados y Cristina Kirchner, y reveló que en ese diálogo ella expresó una preocupación: “Le duele que los muchachos (que organizaron y cometieron el intento de magnicidio) sean tan jóvenes”.
“Es doloroso pensar que en la Argentina haya quienes crean que la política se puede dirimir o resolver matando una persona, es decir con la supresión del adversario”, comentó.
Por eso, lo importante será avanzar sobre las complicidades y responsabilidades hasta ahora menos evidentes. “Cuando ocurre un atentado de este tipo, lo que suele pasar es que detrás hay una mano, y queremos saber cuál es la mano que guió la mano” de Sabag Montiel.
Para saber esto, añadió, “tengo muchas hipótesis, pero habrá que ver con qué se confronta” para demostrarlas, concluyó.