El lunes pasado el intendente de Capitán Sarmiento no salía de su asombro al enterarse que no era “el elegido” para acompañar en una posible fórmula a Patricia Bullrich, cosa que sorprendió y alegró a muchos integrantes de Pro.
Iguacel venía alardeando entre sus pares intendentes que era el preferido de la presidenta del partido y que no necesitaba más que eso para estar en carrera para la gobernación.
Fue cuando el lunes Patricia Bullrich anunció a Joaquín de la Torre como precandidato a gobernador en la provincia y eso le cambió el escenario.
La presidenta del PRO sumó a su candidatura presidencial al senador bonaerense Joaquín de la Torre como precandidato a gobernador de aquel distrito, quien ya conoce la provincia y sabe cómo se administra un municipio.
Patricia Bullrich, aprovechó el plenario en Olivos para anunciar al Senador bonaerense Joaquín de la Torre, quien se sumó para competir por la Gobernación de la provincia de Buenos Aires en el marco del proyecto presidencial que encabeza la ex ministra de Seguridad de la Nación.
En ese contexto, Joaquín de la Torre remarcó: "Patricia tiene condiciones muy necesarias para la etapa que viene; la valentía, el coraje, la honestidad y la austeridad". Asimismo, agregó: "La Argentina necesita recuperar el orden en las cuentas y el orden en las calles. Y eso no se consigue con candidatos del marketing, se consigue con personas que tengan convicción y firmeza en la toma de decisiones".
Mientras Joaquín de la Torre era visto con simpatía por muchos de los integrantes del cónclave, Iguacel se sentía jubilado sin haber hecho ningún aporte.
En el encuentro de Olivos varios de los presentes vieron con buenos ojos el repentino cambio, tanto por la experiencia y manejo de la política de Joaquín (de la Torre), como por el corrimiento de Javier Iguacel; un personaje con la ficha no tan limpia y “hoy” también con el boleto picado