La búsqueda de paz en Colombia y la crisis que vive Venezuela sobresalieron en la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que deliberó ayer en Cartagena de Indias.
El tema más recurrente en la primera sesión de trabajo de los gobernantes fue el de la paz en Colombia, poco más de un mes después de que, en el mismo escenario del centro de convenciones de Cartagena de Indias, se firmara el acuerdo entre el gobierno colombiano y las Farc que luego fue rechazado en un plebiscito de carácter vinculante. El presidente anfitrión, Juan Manuel Santos, dijo ante los delegados de los 22 países de la Conferencia Iberoamericana que, a pesar de las dificultades por las que pasa el proceso de paz, no falta mucho para que el conflicto armado de su país termine. “Hoy lo reafirmo, en este escenario inmejorable, ante los pueblos amigos de Iberoamérica: ¡la paz de Colombia será una realidad!”, aseguró Santos.
El mandatario firmó el acuerdo de paz el 26 de septiembre junto con Rodrigo Londoño, alias Timochenko, el máximo jefe de las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), pero el pacto está en suspenso desde el 2 de octubre, cuando fue rechazado en un plebiscito por una estrecha mayoría de votantes. Santos les dijo a quienes asisten a la Cumbre Iberoamericana que mantiene contacto con todas las fuerzas políticas para buscar alternativas que permitan salvar el acuerdo de paz.
El mandatario insistió en que la esperanza de los colombianos y de la comunidad internacional no va a ser defraudada y al referirse a la cumbre confió en que la reunión con los jefes de Estado y de
Gobierno, cancilleres y vicepresidentes produzca resultados benéficos. “Llegan ustedes a un país que trabaja por un mejor futuro, que cree en la democracia, en las instituciones republicanas y que se aferra a la esperanza de la paz”, dijo Santos a los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la reunión. Además, el presidente aseguró que esta cumbre se celebra en un momento crucial para el país y que el acuerdo firmado con las Farc hace sólo un mes y rechazado por la población en un plebiscito, “es y seguirá siendo la base de una transformación sin precedentes en nuestra historia”.
Los jefes de Estado y de Gobierno, vicepresidentes y cancilleres que llegaron a Cartagena de Indias coincidieron en dar un respaldo total al esfuerzo que hace Santos, quien a comienzos de mes fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. El rey de España, Felipe VI, dijo que Cartagena de Indias es un símbolo de la paz y que la reconciliación entre los colombianos es un deseo de toda la comunidad internacional “Creo que la guerra ha dejado de ser”, dijo la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, quien poco antes del inicio del encuentro había dicho que la de Cartagena de Indias ya no sería la cumbre de la paz, sino la cumbre por la paz.
Sin excepción, los delegados que tomaron la palabra en la sesión inaugural expresaron su respaldo al proceso de paz en Colombia y felicitaron a Santos por el Nobel. “Felicitaciones por ese merecido, muy merecido Premio Nobel”, expresó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a quien de paso Santos agradeció porque Quito será el escenario del próximo proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“Para nosotros, la paz de Colombia es la paz de América Latina. Cuenta con el apoyo de nosotros”, dijo la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, también felicitó a Santos por su empeño en lograr la paz, y luego planteó el caso de Venezuela, que junto con las negociaciones con la guerrilla colombiana es el otro tema no oficial de la agenda iberoamericana. Para Kuczynski, que asiste a su primera Cumbre Iberoamericana, lo que ocurre en Venezuela es una tremenda crisis económica, de derechos políticos y de derechos humanos”que debe ser analizada en foros internacionales. “Es muy difícil tener una reunión como esta sin hablar de esos temas. Aquí no hay ningún afán de interferir en lo que ocurre en otros países ni hay afán ideológico, pero sí hay afán de que todos los países iberoamericanos progresen”, dijo el gobernante peruano.
En la sede de la XXV Cumbre Iberoamericana había una enorme expectativa desde el viernes ante el anuncio, que alcanzó a ser oficializado por el gobierno colombiano, de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, asistiría al encuentro. Desde un comienzo se había indicado que Venezuela estaría representada en la cumbre por un viceministro, aunque a último momento llegó la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, quien descartó que Maduro sea sometido a un juicio político por el Legislativo de su país.
Colombia propuso desde hace un año que el eje temático de la cumbre sería “juventud, emprendimiento y educación”, pero ya desde hace varios días se consideraba que los “platos fuertes” del encuentro serían la paz en Colombia y la situación de Venezuela. Los mandatarios tendrán dos sesiones de trabajo en el centro de convenciones de Cartagena de Indias, donde se divulgará una declaración orientada hacia el eje temático propuesto por el país anfitrión sobre juventud, educación y emprendimiento.
La paz en Colombia y la crisis en Venezuela dominan la cumbre iberoamericana
Una cumbre marcada por los conflictos
El presidente anfitrión, Juan Manuel Santos, dijo a delegados de los 22 países de la Conferencia Iberoamericana que, a pesar de las dificultades por las que pasa el proceso de paz, no falta mucho para que el conflicto armado en su país termine.
Este artículo fue publicado originalmente el día 30 de octubre de 2016