Desde el lunes, los rosarinos conviven con un denso humo y un intenso olor que cubre la ciudad producto de la quema de pastizales en las islas entrerrianas sobre el río Paraná. En este contexto, la gente volvió a las farmacias a comprar barbijos, que desde hace meses estaban casi en desuso ante la baja considerable de casos de covid.
"Entre lunes y martes se vendió el 40% más de mascarillas que en los días previos", indicó el titular del Colegio de Farmacéuticos de Rosario, Leonardo Jurado, a medios locales.
En este sentido, añadió que las farmacias también notaron un aumento de prescripciones por antialérgicos, lubricantes oculares y sprays nasales: "La venta de estos productos aumentó un 35%", detalló Jurado.
El titular del Colegio de Farmacéuticos aseguró que en los primeros días de septiembre la dispensa de esos medicamentos subió "notablemente" comparado con "días normales" de otras temporadas.
Barbijos -que van desde los 80 pesos los descartables a 250 pesos los N95-, antialérgicos, gotas oculares, gotas nasales, además de paracetamol e ibuprofeno se volvieron parte fundamental del botiquín de los rosarinos desde que el humo por los incendios volvió a inundar la ciudad.
Alta demanda de especialistas
La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica recomendó el uso de barbijo por los efectos de las quemas de pastizales, ya que el polvo de las cenizas puede generar alteraciones en el sistema respiratorio, o provocar cuadros más complejos.
En Rosario es difícil conseguir turnos con médicos especialistas y los pedidos de tratamientos se repiten ante la dificultad de algunas personas para respirar.
El humo, que está comprobado que daña la salud, no da tregua en Rosario y alrededores; por eso, clínicas y centros de salud volvieron a colmarse de niños, adolescentes, adultos y ancianos en busca de profesionales que brinden paliativos para soportar estas jornadas.