El golpe que significó para River la derrota ante Boca podía empezar a revertirse en el duelo ante Banfield. El compromiso ante el conjunto del Sur, tres días más tarde, era una buena oportunidad para cambiar la imagen que quedó del equipo en la Bombonera.
El técnico Gallardo se decidió por un esquema con cuatros defensores en la última línea, y también con algunos nombres diferentes en relación a aquella derrota.
El principio mostró a un equipo local más decidido en busca del desequilibrio, aunque con algunas imprecisiones en la zona cercana al área de Cambeses. Solari fue el primero que tuvo una oportunidad para rematar al arco, pero el arquero estaba bien ubicado.
Los problemas empezaron a aparecer para River en el sector izquierdo de la defensa, en donde se ubicaban Díaz y Elías Gómez. El lateral tenía problemas para controlar las subidas tanto de Palacios como de Coronel, quienes se desprendían con frecuencia hasta el fondo.
Los dos aprovechaban esa fragilidad y cuando llegaban al área lanzaban la pelota al área para la llegada de Cruz y Enrique. En una de esas situaciones, Palacios habilitó a Cruz, éste estrelló la pelota en el travesaño, y Cabrera capturó el rebote de volea para marcar el primer gol.
Banfield siguió con la misma actitud hasta el final de la primera parte, y Mago casi aumenta la ventaja con un cabezazo en donde la pelota se fue al lado del palo derecho de Armani.
River empezó a fallar en la entrega de la pelota, y Banfield sacaba rédito exigiendo al local a través del contrataque. El público comenzó a impacientarse y el nerviosismo aumentaba en la misma proporción que crecían los errores futbolísticos del local.
La acción mejor elaborada por River tuvo como protagonistas a De La Cruz y Palavecino, que finalizó con un tiro de éste último muy cerca del palo izquierdo de Cambeses.
La actitud de River cambió en el segundo tiempo, y exhibió mayor decisión para ir hacia el campo rival. El equipo, con el correr de los minutos, fue arrinconando a Banfield y las chances para empatar fueron apareciendo.
Simón remató desde lejos y respondió bien Cambeses, y el arquero apareció nuevamente ante una llegada de De La Cruz, que tiró al cuerpo.
Banfield, por su parte, renunció a cualquier intento de aumentar la diferencia cuando el técnico hizo ingresar a Domingo (volante defensivo) por el delantero Cruz, a los 16 minutos de esa mitad.
La situación pareció encaminarse cuando el ingresado Borja empató con un gran golpe de cabeza, al conectar un envío de Herrera desde la derecha. El desarrollo estaba a favor de River, que estaba volcado en ataque.
Sin embargo, dos minutos después de la igualdad, Palacios sorprendió a todos convirtiendo el segundo gol de Banfield, con un remate cruzado apareciendo por la derecha. La jugada se inició con un saque lateral desde el otro lado, donde la pelota picó en el área ante la mirada de los defensores.
Las ideas fueron desapareciendo a pesar de los cambios en River, y el final lo encontró luchando contra su propia impotencia y también con el fastidio de la gente. El mal humor se profundizó y el torneo se empieza a alejar para River.