Por primera vez desde que asumió como jefe de Gabinete, Juan Manzur realizó su informe de gestión en la Cámara de Diputados. Sin moverse de la silla durante las más de ocho horas que duró la sesión, el tucumano fue brindando detalles sobre los números de desarrollo económico, reducción del déficit fiscal, inflación, energía y Salud, respondiendo así a las más de 3900 preguntas que había recibido por parte de la oposición en los últimos meses. Predominó un tono monocorde y fiscalista --con varias referencias a la importancia del "ordenamiento de las cuentas"-- que solo se vio ligeramente trastocado cuando llegó el momento de los cruces con la oposición. Fue durante las intervenciones de Juntos por el Cambio que el clima en el recinto comenzó a caldearse y oficialismo y oposición terminaron enfrascándose en un festival de chicanas.
Pasadas las 11, Manzur abrió el primer bloque de su informe de gestión manifestando su repudio al intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner y enviando un mensaje de "respeto y convivencia" a todas las fuerzas políticas. "Seamos cada uno de nosotros y nosotras constructores de puentes y de diálogo para fortalecer la paz social", arrancó, con el mismo tono uniforme que lo acompañaría hasta casi las 8 de la noche. En ningún momento se paró ni siquiera para ir al baño. "Lo bueno del tono aburrido es que los tranquiliza a ellos", se reía un diputado oficialista cuando, con el correr de las horas, hasta les diputades de Juntos por el Cambio empezaron a desentenderse del debate.
"Para contar con un Estado inteligente, fuerte y cada vez más presente necesitamos un Estado solvente", comenzó sosteniendo el jefe de Gabinete, haciendo referencia a las "correcciones" que se habían realizado para poder compatibilizar con el déficit del 2,5 por ciento del PBI que se había acordado con el FMI. "Hago míos los pilares conceptuales de la hoja de ruta anunciada por nuestro gobierno: paz social y estabilidad macroeconómica", indicó y destacó que el Ministerio de Economía hubiera logrado "aplanar la curva de vencimientos de deuda". Hubo mención también a la decisión de "no generar más emisión para financiamiento del Tesoro" y de prohibir nuevas contrataciones en el sector público hasta diciembre del año que viene.
"En ese marco, hemos anunciado un cambio en los subsidios para alentar el ahorro de recursos energéticos", agregó Manzur y aseguró que el gasoducto Néstor Kirchner sería terminado el año que viene y generaría ahorros por 1.500 millones de dólares. Hubo también varias menciones a los datos de desarrollo económico e industrial y, a pesar de los últimos recortes realizadas en áreas como Salud y Educación, Manzur aprovechó para resaltar que "la inversión pública en áreas como Obras Públicas, Educación y Ciencia y Tecnología ha venido creciendo sistemáticamente durante todo nuestro gobierno y ni una pandemia, ni la guerra en Ucrania, ni la necesidad de hacer frente a los compromisos externos van a interponerse en este objetivo".
Finalmente, el jefe de Gabinete hizo un anticipo de la presentación del Presupuesto 2023 que ingresará hoy a la Cámara de Diputados. "Quiero ser muy claro: en este Presupuesto se sigue fortaleciendo un modelo de producción, empleo e inclusión para todos los argentinos", afirmó. Mientras él hablaba, a pocos metros de allí, Sergio Massa se reunía con Cristina Fernández de Kirchner y el jefe del interbloque oficialista del Senado, José Mayans, en el despacho de la vicepresidenta en el Senado. Luego, el ministro de Economía se escurrió por los pasillos que conectan ambas cámaras y pasó a reunirse con Cecilia Moreau y el titular del bloque oficialista, Germán Martínez. Brevemente, también participó el ministro de Interior, "Wado" De Pedro. En ambos encuentros, Massa conversó los detalles del Presupuesto con las autoridades del Congreso, así como realizó un breve informe sobre su recorrido por Estados Unidos.
Los cruces
Luego de más de una hora de monotonía, el clima cambió abruptamente al momento de las preguntas. "Sabemos que usted es enemigo del aborto legal y ha violado la interrupción voluntaria del embarazo en su provincia, ahora comprobamos también que viola los plazos constitucionales", arrancó su intervención Romina Del Plá, cuestionándolo por no haber cumplido con el artículo de la Constitución que obliga al jefe de Gabinete a presentarse mensualmente ante el Congreso. "¿Por qué el gobierno ha adoptado un plan económico macrista? Les copian los tarifazos, les copian el endeudamiento", agregó la diputada del PO, mientras en el recinto --que, lentamente, había comenzado a vaciarse-- María Eugenia Vidal y Juan Manuel López intercambiaban miradas y risas desde sus bancas. "Hoy les toca a ellos que les peguen por izquierda", ironizó un diputado cambiemita.
Durante varias horas, diferentes diputades de la oposición fueron encadenando críticas y algunas --pocas-- preguntas. El diputado socialista santafesino Enrique Estévez pidió la renuncia del ministro de Ambiente, Juan Cabandié, por los incendios en el Delta del Paraná. El libertario José Luis Espert acusó a Manzur de mirar solo "el vaso medio lleno" y cuestionó las cifras de desempleo. Ante cada bloque, Manzur mantuvo la misma postura estoica y monocorde, respondiendo con algunas generalidades. El panorama cambió, sin embargo, cuando fue el momento de las intervenciones de JxC.
Arrancó María Eugenia Vidal, apuntando contra los datos de inflación: "A fin de este año vamos a estar en una proyección del 95 por ciento, el doble que el promedio histórico", sostuvo, a una hora de que se conocieran los datos oficiales del mes de agosto. Se fueron sumando varios cuestionamientos --Hernán Lombardi acusó al gobierno de impulsar una "ley mordaza", Karina Banfi advirtió sobre las fallas en el operativo de seguridad en torno a la vicepresidenta--, pero el clima se caldeó al momento de los cierres de Mario Negri y Cristian Ritondo. "El ministro de Economía tuvo que volver a la casa de Satanás, volver al infierno, ahí volvió abrazado", chicaneó el radical. "¿Cuál es el rol que cumple el presidente?", le preguntó, sarcásticamente, el jefe del PRO.
"Muchas gracias por los aportes", respondió, primero, el tucumano, pero con el correr de los minutos comenzó a abandonar el estoicismo. "Nuestro ministro tuvo que ir 'al infierno', como dicen, pero porque ustedes fueron primero, nos endeudaron y ahora tenemos que ir a ver de que manera solucionamos. Yo quise que mirásemos para adelante, pero me llevan a esto: nosotros encontramos el país en default, ¿o qué fue sino el reperfilamiento?", acusó, mientras el bloque oficialista estalló en aplausos. Marcelo Casaretto, incluso, levantó los brazos en el aire como diciendo "al fin".
Los cierres estuvieron en manos del Frente de Todos, que aprovechó para hacer las comparaciones con el gobierno anterior que el jefe de Gabinete no había querido hacer. "El problema de fondo es con qué facilidad se olvidan donde nos dejaron a fines del 2019", arrancó Carlos Heller que, mientras hablaba, algunos diputados de JxC se levantaron para retirarse del recinto. "Chau Iglesias", le gritaron, entre risas, legisladores del FdT al diputado del PRO mientras abandonaba su banca. Germán Martínez, sin embargo, intentó calmar las aguas al momento de finalizar la sesión, convocando al diálogo, anticipando que la semana próxima se volvería a comenzar a debatir la Ley de Humedales y, finalmente, despidiendo a todos hasta la sesión del día siguiente.